sábado, 25 de diciembre de 2010

EL VALS DEL EMPERADOR

Casi mejor pasar de puntillas por esta peli, muy floja, de esas que con una vez que la veas, te sobra la mitad.
Rodada a la mayor gloria de Bing Crosby, que canta bien y actua fatal y con una Joan Fontaine distante y como desganada.
En algunos pasajes es cutre, con estereotipos de esos que si hablan de España te plantan a unos gitanos montando un sarao por las buenas y a la gente por las calles vestida de toreros y sevillanas. Como estamos en el Tirol, pues te largan un "laralailooooo" y unas cuantas escenas bucólicas metidas con calzador, cada dos por tres.
Buena fotografía de George Barnes, que con esos exteriores maravillosos (rodados en Canadá, creo), lo tenía en bandeja, claro que hay que saber hacerlo. Curioso el colorín de la peli, con tonos pastel y sobresaturados buscados a propósito, con los que pone su contribución al almibar que rezuma todo el film.
No obstante, hay algunos buenos planos, a mí me encantó el de la sala donde la gente espera a ser recibida por el emperador pero, como digo, no seré yo quien recomiende esta obra.
Casi lo mejor es la historia de los perros que, por otro lado, está cantada desde el comienzo. Con eso queda casi todo dicho.


En fin, una muestra palpable de que los grandes también saben hacer pelis mediocres.
Quizá Wilder se refugió de este modo de la caza de brujas, en cuyo caso, yo le entiendo perfectamente. Admiro a los héroes que se enfrentaron a aquella situación, pero como yo no tengo madera de tal, comprendo a los que capearon el temporal como pudieron.




2 comentarios:

  1. Paso a desearte Felices fiestas, y darte las gracias por tu generosidad y por tus visitas tan amables siempre.

    Un abrazo enorme.

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