Mike Gallagher (Paul Newman) es un mayorista de licores de Miami cuyo padre, ya fallecido, era un mafioso local. La brigada contra el crimen organizado del FBI no tiene evidencia de que esté involucrado con la mafia, pero decide presionarlo para que tal vez revele algo, cualquier cosa, sobre un asesinato que están seguros fue un golpe de la mafia. Para llevar a efecto esa presión, quieren que se entere de que le están siguiendo los pasos, así que le hacen saber a Megan Carter (Sally Field), una periodista ingenua pero bien intencionada, que está siendo investigado y el nombre de Gallagher pronto aparece en todos los periódicos porque ella, de forma irresponsable, escribe un artículo en el que acusa a Gallagher de la desaparición de un líder sindical. Gallagher tiene una coartada sólida, pero no la revelará para proteger a su frágil amiga Teresa Perrone (Melinda Dillon). Al final, todo desemboca en una tragedia que lleva a Carter a sentirse culpable por no haber pensado en las consecuencias que ha provocado su artículo y otro que escribió posteriormente en el que mencionaba a Perrone, y acaba revelando a Gallagher quien fue la fuente de la acusación vertida en su artículo. Mike idea un ingenioso plan para salir airoso de la acusación y se dispone a dar una lección al FBI y al fiscal federal.
El título hace referencia a una figura penal que también se invoca en nuestra jurisprudencia, el animus iniuriandi y, por contraposición a ella, la ausencia de animus iniuriandi, es decir la ausencia de ánimo de injuriar, o como dice el título del film, la ausencia de malicia. Algo que puede provocar que, como explica el abogado del periódico al principio del film, un periodista pueda publicar información sin confirmar sobre algún personaje público y, aunque esta resulte falsa o inexacta, si puede hacer ver que lo hizo sin ánimo de atentar contra su honor, seguramente se irá de rositas aunque le planteen una demanda judicial.
Buen guión de Kurt Luedtke en su primera incursión como guionista, siendo nominado al Oscar por esta película, premio que no consiguió, pero que se llevaría cuatro años después por el guión de Memorias de África.
Se trata de un alegato, por momentos descarnado, más que contra el periodismo sensacionalista, contra aquel otro, yo pienso que más peligroso aún, en el que bajo la apariencia de seriedad, lo que realmente hace el peridista es fabricar la noticia en lugar de contarla, casi siempre en busca de notoriedad a costa de la buena fama de otras personas. Queda claro en el film que destruír la reputación de alguien es relativamente sencillo, porque la gente esta predispuesta a creer lo que cuenta el periódico, pero reparar el prestigio perdido, caso de que se demuestre que aquello era falso o inexacto, resulta prácticamente imposible, el mal está hecho y perdura. Los diálogos son brillantes y hay varias frases en la película que inciden en esa imposibilidad de reparar el daño ocasionado.
Interpretaciones correctas para una historia muy atractiva sobre el poder de los medios de comunicación, hoy en día suplantados en buena medida por las redes sociales, mucho más difíciles de controlar. El film resulta muy entretenido en buena medida por el asunto que trata y por la forma en que está narrado.
Otro de los "films críticos" del realizador de LOS TRES DÍAS DEL CÓNDOR, esta vez quemando un poco de pólvora en torno a los abusos de la prensa y, previsiblemente, fallando una vez más en la diana del tema por tratar al mismo tiempo de no contrariar los intereses y servidumbres que impone la ley de la taquilla. Sólo así se justifica la presencia de Newman y la Field, buenos intérpretes, pero totalmente inadecuados a sus papeles.
ResponderEliminarSí, parece que quedan un poco fuera de lugar.
EliminarEn alusión a lo que comentas en el último párrafo, me pregunto si es posible contar una noticia o si, por el contrario, éstas realmente son siempre de algún modo fabricadas.
ResponderEliminarEl "manual del periodista", es muy peculiar y, en ocasiones tiene tanta o más importancia lo que se cuenta, como lo que no se cuenta. Un asunto este para hablar de él largo y tendido y para el que este espacio se queda demasiado pequeño.
EliminarCómo dices al final, es muy entretenido, al menos para mí.
ResponderEliminarFeliz jueves.
No está mal.
EliminarHola Trecce!
ResponderEliminarOtra buena película que merece ser reivindicada.
Me están entrando ganas de meterme un maratón con las pelis de Newman que anda que no tiene filmografía...
Saludos!
Un tema siempre interesante.
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