Paul Javal (Michel Piccoli), un dramaturgo francés, acepta reescribir algunas escenas de "La Odisea" para el guión de una película que se va a rodar en Capri bajo la dirección del renombrado director de origen alemán Fritz Lang (que se interpreta a sí mismo). En un primer encuentro con el productor norteamericano, el arrogante Jeremy Prokosch (Jack Palance), el escritor deja que su mujer, la bella Camille (Brigitte Bardot), se vaya en el coche con el productor a la finca de éste. Ello dará lugar a un grave mal entendido entre Javal y su esposa, quien cree que la ha ofrecido como moneda de cambio para obtener un mejor pago. Como consecuencia de esta situación, el escritor se verá inmerso en una dolorosa crisis matrimonial.
Basada en una novela del italiano Alberto Moravia, siempre se ha comentado que el film responde al hecho de que Jean-Luc Godard tenía curiosidad por llevar a cabo una producción de gran presupuesto al estilo Hollywood. De hecho, Godard, quería en principio para los papeles protagonistas a Kim Novak y Frank Sinatra y hubo contactos con Raf Vallone, al que finalmente sustituyó Michel Piccoli. De cualquier modo, la presencia de Brigitte Bardot, entonces en la cresta de la ola, y su dorso desnudo, imagen que se repite a lo largo del film desde la primera escena, debieron resultar reclamo suficiente para que la película se convirtiera en el mayor éxito comercial del realizador francés.
Que tuviera cierta relevancia en taquilla, no quiere decir, ni mucho menos, que sea una película comercial. Como otros films del realizador francés, es difícil que llegue al gran público este trabajo en el que vemos un constante paralelismo entre la historia que se nos está contando y la de Ulises y Penélope alrededor de la que gira el rodaje que se lleva a cabo en la ficción.
Rodada en Cinemascope con una llamativa gama de vivos colores, los simbolismos que podemos apreciar, son constantes, el más evidente, el paralelismo de La Odisea con el naufragio del matrimonio, la incomprensión entre ambos miembros de la pareja, pero también otros fracasos que se pueden leer entre líneas: La vida de la sociedad moderna, la misma industria cinematográfica, etc.
Resultan llamativos los numerosos homenajes que Godard nos muestra hacia películas o cineastas de su agrado, desde los affiches de “Hatari” o Psicosis a la mención explícita de nombres (Chaplin, Griffith...), pasando por muchos más, entre ellos la propia presencia de Fritz Lang en el reparto.
Hola Trecce!
ResponderEliminarNo la he visto pero como de costumbre me has abierto el apetito...jeje No estoy seguro pero juraría haber encontrado ese poster con algún tipo de retoque en la zona del pecho, ya sabes, cositas de la censura...
De los varios recuerdos de mi infancia B. B ocupa un lugar importante, por aquellos años era una autentica bomba, su presencia provocaba todo tipo de sensaciones, diría que esa belleza tan suya encajaría perfectamente en los cánones actuales.
Saludos y feliz semana!
Fue todo un mito y, en cierto modo, lo sigue siendo.
EliminarUn Godard un poco autobiográfico se interroga sobre las crisis de pareja. Sus imágenes y colores primarios otorgan una insólita belleza a un conjunto que resulta bastante melancólico.
ResponderEliminarNunca renuncia a una cierta experimentación.
EliminarAy! por una inesperada "conexión de intenciones", me has ganado por la mano con la publicación de este post sobre EL DESPRECIO. El mío loo tenía ya preparado e iría detrás de DESAYUNO CON DIAMANTES. Así que dentro de unos días la Bardot desplazará a nuestra Audrey. El contraste está asegurado.
ResponderEliminarMientras, un saludo.
Brigitte, al parecer no quedó muy satisfecha con la experiencia. Al parecer, las tiranteces entre actriz y realizador dejaron huella.
EliminarGodard, siempre tan rompedor. Me encanta la banda sonora de Georges Delerue.
ResponderEliminarUna joya.
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