HASTA TIENE TUS OJOS

 

Paul (Lucien Jean-Baptiste) y Sali Aloka (Aïssa Maïga), un matrimonio, ella de origen africano y él caribeño, esperan el momento en que se resuelva su expediente de adopción. Hasta el día en que Sali recibe la tan esperada llamada: El bebé que van a adoptar es blanco. Los enfrentamientos familiares, están servidos.

Parece que nuestra sociedad tiene asumido que parejas blancas adopten a niños de otras razas pero, como bien plantea la película ¿qué ocurriría si una pareja negra adoptara a un niño blanco? La madre y la familia en general, se ve enfrentada a situaciones surrealistas: Cuando va al parque con el niño rubio y de ojos azules, la toman por la niñera y cuando entrega al bebé al cuidado de la abuela, ésta le deja unos momentos con unas amigas y son detenidas y llevadas a comisaría bajo sospecha de secuestro y tráfico de niños.

El film plantea todas estas situaciones que, si lo pensamos bien, entran dentro de lo probable y también una especie de racismo al revés, por el rechazo que la situación produce en la familia materna que, al principio, no quiere ver al niño ni en pintura y se empeña en que lo devuelvan, al tiempo que despierta las risas en más de un conocido que no acaban de ver normal la situación. Hasta la trabajadora social les somete a una especie de tercer grado, con visitas sorpresivas y entrevistas a su entorno, algo que no sucede en otros casos de adopción, empeñada en que aquello es un error mayúsculo. 

Es una lástima que una buena idea no saque todo el provecho que merecería, porque aunque la paradoja y esa especie de denuncia contra los prejuicios queda reflejada, el film parece que tampoco quiere ahondar demasiado y se queda a medio camino entre una comedia que no acaba de serlo y la seriedad que queda desvirtuada por ese tono de comedia, optando por una narrativa que contemporiza un poco sin rumbo, sin sacar, repito, todo el partido que podría a la original idea que le sirve de base. Además, en un giro poco o nada imaginativo a mi juicio, transforma a un personaje que se nos ha hecho odioso en una ser agradable y comprensivo, poco menos que por que sí, para conducir el film hacia un final amable y condescendiente.

De cualquier modo, esa originalidad del planteamiento y algunos momentos en que aciertan con las situaciones graciosas, hacen que el entretenimiento quede garantizado y que logre arrancar más de una sonrisa.