Antoinette Lapoge (Laure Calamy) es una joven y alegre profesora de escuela que está esperando a que lleguen sus largamente planeadas vacaciones de verano junto a su amante secreto, Vladimir Loubier (Benjamin Lavernhe), padre de una de sus alumnas.
Al enterarse de que Vladimir no puede ir con ella, pues su esposa organizó unas vacaciones sorpresa por rutas de senderismo por el Parque Natural de Cévennes, con su hija y un burro para llevar su carga, Antoinette decide seguir su rastro, sola, con Patrick, un burro que resulta recalcitrante al principio, pero que acabará convirtiéndose en su guía y confidente de su desventura amorosa.
El guión se inspira en el libro de Robert Louis Stevenson "Viajes con una burra por los montes de Cévennes".
Además de citar el libro de Stevenson en varias ocasiones a lo largo de la película, vemos que es el libro que está leyendo la protagonista, que emula el viaje del autor escocés, siguiendo una ruta que recorren al año miles de personas, una parte de las cuales, lo hacen acompañadas de un burro que los ganaderos de la zona alquilan para seguir "Le chemin de Stevenson".
Un viaje que puede resultar más o menos como le resulta a Antoinette: Unas breves instrucciones para amarrar el equipaje a lomos del pollino, que no se te olvide atarlo cuando te vayas a separar de él y echarle mucha paciencia al asunto, adecuar el paso al del animal (ya saben aquello de "ir a paso de burra") y esperar a que le de la gana caminar de nuevo cuando se pone recalcitrante. Todo ello tiene un contrapartida, claro, algo que vemos también en la película: Tiempo para pensar, admirar el paisaje y disfrutar de una buena charla en los albergues donde pares. Seguramente, para algunos, encontrarse a sí mismo.
Supongo que a más de uno el argumento les parecerá una solemne tontería y posiblemente no les falte razón. Pero tiene el encanto de lo cotidiano, es cierto que a veces un poco exagerado y el aliciente de encontrar a un personaje que se nos hace entrañable: Antoinette, una madurita que tiene una manera especial de enfrentar la vida.
Un film amable, atento al paisaje, con cierto regusto de emancipación femenina y como compañero de viaje, ese burro que solo camina si se le trata con cariño.
Me gusta el planteamiento. Y además es francesa. Me la apunto.
ResponderEliminarSe ve con agrado.
EliminarSe ve divertida, lástima que no pusistes el trailer
ResponderEliminarLos trailer muchas veces no responden al conjunto de las películas.
EliminarVeo que en la Francia vaciada también andan locos por fomentar el turismo sea como sea.
ResponderEliminarAquí también tenemos muchos ejemplos de estas iniciativas, no siempre acertadas y no siempre con buenos resultados.
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