Nicholas Angel (Simon Pegg) es tenido por el mejor oficial de policía de Londres, quizá demasiado bueno y para evitar que el resto de agentes se vean inferiores, es reasignado a la tranquila ciudad de Sandford, un lugar donde nunca ocurre nada. Hasta que dos actores son hallados decapitados en lo que aparentemente es un hecho accidental, algo que Angel no acepta y menos cuando más personas aparecen muertas. Angel comienza a investigar junto a su compañero Danny Butterman (Nick Frost), hijo del jefe local de la policía que constantemente está haciendo preguntas y quiere emular las hazañas de Angel.
Al rebufo de su éxito con "Zombies party", el dúo Edgar Wright y Simon Pegg, consiguieron cierta libertad por parte de estudio y productora para llevar a cabo su nuevo proyecto en el mismo tono humorístico que su anterior trabajo.
Parodia sobre las películas de acción policiacas en la que están representados buena parte de los clichés del género de los que se presenta su más ridícula vertiente.
Bien acogida por la crítica en general, tiene algunos momentos que agradarán a los propensos a la carcajada y un par de giros que ayudan a que la acción no decaiga, algo que consigue sobre todo gracias a un hábil y dinámico montaje.
Tiene su punto gracioso. Pero es la que menos me gustó de la trilogía del cornetto.
ResponderEliminarSí, la verdad es que tampoco es gran cosa.
EliminarDebe de tener su gracia si hasta Timothy Dalton o Cate Blanchett se prestaron a hacer un cameo en ella.
ResponderEliminarA veces hay lazos de amistad de por medio.
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