El compositor alemán Gustav von Aschenbach (Dirk Bogarde) viaja a un balneario veneciano en busca de reposo después del sonoro fracaso de su último concierto que le lleva a un período de estrés artístico y personal complicado con su delicada salud. Pero allí no encontrará la paz que busca, pues pronto se siente atraído por Tadzio (Björn Andrésen), un adolescente de vacaciones con su familia. El joven encarna el ideal de belleza que Aschenbach ha buscado durante mucho tiempo. Sin embargo, la aparición de una mortal epidemia, los amenaza físicamente y representa la corrupción que compromete y amenaza todos los ideales.
Luchino Visconti, Gustav Mahler y Thomas Mann, tres nombres señeros, tres mitos del arte. El cine, la música y la literatura, se une en esta película con un resultado que no acaba de encontrar el reconocimiento unánime de los espectadores, ni siquiera el de la crítica.
Y es que si algo caracteriza este film es la disparidad en su acogida, en las apreciaciones de quienes la ven. Desde obra maestra hasta collage insustancial y aburrido, podemos encontrar opiniones para todos los gustos y todas ellas fundamentadas. De lo que no cabe duda es del preciosismo barroco que envuelve la película y su belleza visual, postales de Venecia y sus canales y monumentos, pero también de los personajes y escenas de interior, en composiciones cuidadas y evocadoras, escenas que, aún a quienes no guste el film, seguro que alguna de ellas les quedará en la retina para reaparece en su memoria cada vez que, por el motivo que fuere, el film o el libro de Mann, reaparezca en sus vidas.
Yo estoy con los que la consideran obra maestra indiscutible. Por cierto, la semana pasada entrevistaron en la Contra de La Vanguardia al actor que interpreta a Tadzio. Te paso el enlace: https://www.lavanguardia.com/lacontra/20210803/7643566/siento-luchino-visconti-te-jodan.html
ResponderEliminarMuy amable. Gracias.
EliminarControvertida pero, en cualquier caso, bellísima.
ResponderEliminarDe eso creo que no cabe duda.
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