DE RATONES Y HOMBRES

 

Dos grandes amigos, Lennie (John Malkovich) y George (Gary Sinise) se encuentran en paro, en plena era de la depresión norteamericana, y con pocas posibilidades de conseguir trabajo debido al retraso mental de Lennie. Cuando son contratados en el Rancho Tyler ven como su vida progresa a pesar de la estricta supervisión de Curley (Casey Siemaszko), el desagradable hijo del jefe. Pero su mundo se tambalea cuando la insatisfecha esposa de Curley se convierte en víctima inocente de la compasión de Lennie, forzando a George a decidir entre su amistad o él mismo.

El guión se basa en una novela escrita por John Steinbeck, publicada en 1937 y adaptada posteriormente al teatro. Existe otra versión cinematográfica de 1939, dirigida por Lewis Milestone y dos películas más realizadas para ser emitidas por televisión. 

El film tienen una narración clásica, muy bien acompañada por una hermosa fotografía que retrata con realismo y arte las faenas diarias en la Norteamérica cerealista, con los hombres trabajando de sol a sol, y una intensa banda sonora y, sobre todo, arropada por unos prácticamente desconocidos, pero magníficos secundarios, y por un inmenso John Malkovich, que hace perfectamente creíble su personaje. 

También aborda temas como la soledad, incluso aunque estés rodeado de otras personas; el racismo, con un personaje negro que vive apartado del resto; el de la vejez, y lo que eso significa para poder trabajar, incluso para ser tenido en cuenta, como se ve en la escena del anciano y su perro, muy dura y, asimismo, nos habla de las diferencias sociales, para transmitir al final el mensaje de que la amistad parece ser lo único capaz de hacer las cosas más llevaderas.

Magníficamente dirigida por uno de los coprotagonistas, Gary Sinise, la película nos acerca una de esas historia poderosas que, por uno de esos motivos insondables que tiene el cine, hoy no es muy recordada y, sin embargo, estamos hablando de una auténtica obra de arte, una maravilla de película, con un John Malkovich en una de sus mejores interpretaciones, dando vida a Lennie, un ser bondadoso e inocente, que representa un peligro, pues no sabe controlar su fuerza, además de que es un poco lento para razonar, sin embargo, su amigo George (muy bien también Gary Sinise), es alguien inteligente, aunque sin preparación cultural, que trata de cuidar de su amigo, y ello le ha costado trabajos, y una vida que no se puede permitir, de ahí un dilema moral: ¿Es más importante la amistad, o tú mismo?, aunque el dilema va más allá y la escena de la muerte del perro del viejo Candy (Ray Walston), nos da la clave de lo que ocurrirá al final, algo que vemos venir antes de que llegue pero que, no por ello, resulta menos impactante y emotivo, tan emotivo como la película misma. Una historia llena de tristeza y amargura, contada de un modo amable y cercano, la historia de un niño grande al que otro protege por pura amistad, por una especie de deber moral. Una gran película con la que disfrutar de buen cine.