País Vasco, 1609. Los hombres de la región se han ido a la mar. Ana (Amaia Aberasturi) participa en una fiesta en el bosque con otras chicas de la aldea: Olaia (Irati Saez de Urabain), María (Yune Nogueiras), Maider (Jone Laspiur) y la todavía adolescente Katalin (Garazi Urkola). El juez Rostegui (Alex Brendemühl), encomendado por el Rey, para purificar la región, las hace arrestar y las acusa de brujería. Decide hacer lo necesario para que confiesen lo que saben sobre el sabat, ceremonia mágica durante la cual supuestamente el Diablo inicia a sus servidoras y se aparea con ellas. Sin conocer el motivo del arresto, las cinco jóvenes son sometidas a un duro interrogatorio con torturas incluídas para obtener su confesión de que son brujas y conocer el ritual que practican durante el akelarre.
La película está vagamente inspirada en Pierre de Lancre, un juez que en 1609 viajó al País Vasco Francés, a la zona de San Juan de Luz, enviado por el rey Enrique IV de Francia, para depurarlo, interrogando a varios cientos de personas y quemando a decenas de mujeres acusadas de brujería. Fue recopilado en el libro "Tratado de Brujería Vasca: Descripción de la Inconstancia de los Malos Ángeles o Demonios".
La película presenta a unas jóvenes, poco más que adolescentes, detenidas aprovechando la ausencia de los hombres por un grupo de sádicos intransigentes, misóginos y abusadores, empeñados en que son brujas.
Las chicas, al poco, son conscientes de que hagan lo que hagan, su sentencia está dictada, pero que no se van a librar de la tortura, pues el comisionado del rey, está empeñado en que le rebelen unos secretos que ellas ni conocen, ni han oído en su vida hablar de ellos, así que, la más despierta, trata de ganar tiempo hasta que se produzca el regreso de los hombres, en la seguridad de que sus padres, hermanos y novios, las van a rescatar, para lo cual, comienza a relatar detalles inventados de lo que supuestamente hacen, como brujas, en sus reuniones en el claro del bosque.
El film pretende tener un aire feminista, presentando a unos hombres depravados y a unas mujeres que hacen gala de un cierto nivel de inteligencia para tratar de escapar de las garras de sus malvados torturadores.
Otra cosa es cómo está contada la historia y si consigue hacer llegar al espectador el mensaje que encierra.
El título y el contexto histórico me han hecho pensar en la película homónima de Pedro Olea: "Akelarre" (1984). ¿Sabes si hay alguna conexión entre ambas?
ResponderEliminarAunque ambas basadas en hechos históricos, creo que nada las conecta si no es el tema.
Eliminar¡Hola!
ResponderEliminarMe han hablado de esta peli y no se ponen de acuerdo, jejeje. UNa amiga dice qu eel mensaje está claro y es muy reivindicativa, y otros dos dicen que no es así, que podían haberlo contado mejor...Yo no la vi, así que ni idea.
Feliz domingo.
A mi no me acabó de convencer.
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