En los años 40, Dalton Trumbo (Bryan Cranston), es el guionista mejor pagado de Hollywood y, aunque afiliado al partido comunista, disfruta de sus éxitos. Pero entonces comienza la caza de brujas: la Comisión de Actividades Antiamericanas inicia una campaña anticomunista. Trumbo, uno de los llamados "10 de Hollywood", entra en la lista negra por sus ideas políticas y las grandes productoras cinematográficas le prohíben trabajar para ellas.
Biopic del famoso guionista Dalton Trumbo (Espartaco o “Vacaciones en Roma”) que tuvo que escribir bajo pseudónimo tras ser acusado de comunista. Despreciado por algunas figuras de la industria del entretenimiento como la columnista Hedda Hopper (Helen Mirren) o el actor John Wayne (David James Elliott) por su militancia política, en 1950, Trumbo estuvo once meses en prisión. El guionista y sus compañeros, se vieron además abandonados por otras personas, que habían sido sus amigos e incluso les habían defendido, como Edward G. Robinson (Michael Stuhlbarg) y el productor Buddy Ross (Roger Bart), quienes los rechazaron para proteger sus propias carreras. En 1960, el productor y actor Kirk Douglas (Dean O'Gorman) lo reclutó para escribir el guión de Espartaco (1960). Durante los años en que no podía trabajar en Hollywood, siguió haciéndolo, pero ocultándose bajo los nombres de otras personas, así, dos guiones suyos ("Vacaciones en Roma" y "El Bravo"), obtuvieron el Oscar al Mejor Guión, pero fueron otros quienes firmaron los guiones y recogieron la preciada estatuilla. Hollywood compensó esta injusticia, reconociéndole como legítimo ganador en 1975 (una año antes de su muerte), por la segunda de las películas y en 1993, por la primera de ellas.
El guión se basa en el magnífico libro sobre la figura de Dalton Trumbo, escrito por Bruce Cook.
La propia vida de Dalton Trumbo es una novela, desde su ascenso de obrero en una panadería a ser el guionista mejor pagado de Hollywood, es la representación viva del sueño americano, una sociedad que se debate desde siempre entre ser el paraíso del liberalismo, la tierra de las oportunidades y esa paranoia reacionaria tan presente en todo momento y que a veces se cobra sus víctimas. Por eso, el film, además de la vida del propio Trumbo es un retrato de la sociedad norteamericana de la época y si el cinéfilo, o el simple aficionado al cine, la disfruta por sus múltiples guiños cinematográficos, viendo desfilar en pantalla a muchos nombres conocidos, el espectador de a pie, también, pues muchos de esos rostros son reconocibles para el gran público, como el caso de los actores o realizadores célebres y otros que lo han sido por su carrera política, como Ronald Reagan o Richard Nixon. El propio descenso a los infiernos del protagonista y su familia, que se ve afectada duramente por las consecuencias, aunque no estuviera basado en hechos reales, sería suficiente para hacer de esta una película entretenida, pero lo es más por cuanto tiene de lección de historia contemporánea, en la que, azuzados por políticos, creadores de opinión y su propios compañeros, una parte de la población norteamericana, miró con recelo a sus vecinos, arruinando muchas vidas inocentes, pues además de los guionistas de cine a quienes aquí vemos reflejados, cientos y cientos de funcionarios, militares, trabajadores y personas anónimas, sufrieron las terribles consecuencias de esta tendenciosa marea de intolerancia.
Que tal Trecce!
ResponderEliminarMe gusto mucho cuando la vi. Recuerdo la escena en que ridiculiza a Wayne, me llamo la atención la estupenda interpretación del actor que da vida a Kirk Douglas, incluso la forma de hablar es muy parecida.
Muy buena pelicula, saludos!
A mi me ha parecido una película muy interesante y me gustó.
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