2007. Pedro (David Verdaguer), Arturo (Ernesto Sevilla) y Eligio (Carlos Santos) son tres estudiantes universitarios que buscan graduarse con la esperanza de ganar respeto y dinero, enfocando sus esfuerzos en el estudio y dejando de lado las fiestas y la diversión tan propias de algunos universitarios. Pero diez años más tarde, en 2017, la realidad es más amarga de lo que podrían imaginar: Pedro está tramitando el divorcio de su esposa Gloria (Amaia Salamanca), cuidando de sus hijas Clara (Leyre Soto) y Claudia (Carla Soto) una vez por semana, siendo intimidado por Merino (Pedro Casablanc), el decano de la facultad, y dando clases de química a los estudiantes chinos de intercambio; Arturo sobrevive dando clases particulares a malos estudiantes, como Jota (Mero González), una adolescente límite que desprecia abiertamente a Arturo; y Eligio es un ingenuo incapaz de acabar su tesis y viéndose forzado por sus desesperados padres Rosario (Gracia Olayo) y Antonio (Luis Varela) a trabajar en la estación de servicio del hermano de Rosario, con la inteligente Anabel (Miren Ibarguren). Intentando mejorar su situación, Pedro se enfrenta a Merino pidiendo fondos para su larga investigación que está paralizada, solo para encontrarse despedido. Cuando Arturo y Eligio se reúnen con Pedro para recoger sus cosas del laboratorio, Arturo se entera de la investigación de Pedro: Una nueva píldora para aumentar la concentración. Sin nada que perder, Arturo prueba una píldora seguido de Pedro y Eligio. Al descubrir sus efectos como alucinógeno, los tres deciden recurrir a traficantes de drogas con la ayuda de Jota y Anabel, quienes los introducen en el mundo nocturno de fiestas y discotecas. Su éxito hace que los cinco conozcan al excéntrico dueño de una discoteca, Tacho (Ernesto Alterio), quien les pide más píldoras para vender en su local. En su nueva situación, las cosas parecen mejorar: Gloria comienza a sentirse atraída nuevamente por Pedro, Arturo comienza a salir con Isa (Cristina Castaño), la madre de Jota, y Eligio gana dinero fácil para obtener el respeto de sus padres. Pero de repente la situación cambia a peor: Se revela que Isa es una detective de la policía que investiga la nueva píldora de Pedro, Merino se da cuenta de las actividades nocturnas de Pedro que fabrica píldoras en la universidad y Tacho exige un envío especial de 50 Kg., bajo la amenaza de matarlos a todos si no lo logran.
Un guión trabajado que aparte de las situaciones cómicas que presiden el tono general de la película, trata de tocar otros asuntos como el muchas veces inconsecuente lenguaje de los políticos y su descaro a la hora de contar lo que ellos creen sus virtudes; la situación engañosa de la economía; el desastroso sistema de trabajo de algunas de nuestras universidades y su escalafón sospechosamente interesado o la nula inversión en desarrollo tecnológico y científico.
Con buenas interpretaciones en general, aunque alguna en concreto baje algo de nivel, tiene algunos aspectos interesantes en el montaje, bastante conseguido y algunas secuencias de calidad técnica y artística, como las que nos traen la representación de las visiones que tienen quienes se hallan bajo el efecto del compuesto que ha descubierto Pedro.
Momentos divertidos, aunque no sea la comedia del siglo, pero una buena elección para pasar un rato entretenido, con una historia que no por previsible, deja de estar bien desarrollada y mantiene el interés sin tener que recurrir a giros inexplicables e interesados.
De cualquier modo, lo que puede parecer original y divertido, no tiene nada de arriesgado, pues el film es una adaptación al cine español del éxito italiano Smetto quando voglio, una película de 2014 dirigida por Sydney Sibilia, aunque el repaso que le han dado a los diálogos y situaciones los guionistas españoles, según la crítica (yo no he visto la peli italiana), mejora el original.
Verán por ahí críticas de esas que la ponen a escurrir, que si el nivel es bajo, que si algún tópico y esas cosas, pero para echar unas risas, no está nada mal.
Es curioso como procuran las películas que nadie sepa cuando son adaptaciones. Supongo que en el mundo de la música pasa algo parecido.
ResponderEliminarSí, de hecho en las reseñas al uso, no se menciona este asunto.
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