Para el 22 de enero de 1944, estaba previsto el desembarco de tropas aliadas en Anzio, era la llamada Operación Shingle y había sido llevada con el máximo sigilo posible, el efecto sorpresa en el enemigo, siempre es un punto a favor del atacante.
El día antes, en el Puerto de Puzzeoli, a 190 kilómetros de Anzio, la actividad era frenética, 47.000 hombre y 5.500 vehiculos iban a embarcarse para participar en la operación. A los soldados se les había dicho que extendieran el rumor de que regresaban a casa y muchas de sus "novias" italianas, habían ido a despedirles, recordándoles que no se olvidaran de enviarlas el visado cuando estuvieran en EE.UU. Lo cierto es que muchos de ellos no sabían exactamente a dónde los llevaban y algunos de los generales sólo sabían que debían afianzar una cabeza de playa, en definitiva, muy poca gente estaba al tanto del destino final de la operación.
Pululaban en los fondeaderos algunos botes de aprovisionamiento que vendían naranjas a los soldados de la Armada británica. Un aviador escribió en su diario: "Los italianos se afanaban por llegar remando hasta nuestro barco y vender de todo, desde frutos secos y manzanas, hasta licores".
En tierra, vendedores italianos pregonaban desde sus esquinas el producto que ofrecían, sobre todo fruta y vino y otro material que hacía dudar del secreto de la operación y causó consternación entre los agentes de seguridad: Postales de Anzio.
¿Postales de Anzio?
ResponderEliminarEn efecto, por increíble que parezca.
EliminarHola Trecce!
ResponderEliminarResultan muy interesantes estas entradas.
Gracias y saludos!
Si las pongo aquí es porque a mí también me resultaron llamativas.
EliminarMuchas gracias por tu comentario.