¿Qué tienen en común un alquimista bizantino, un lector tardío, una bailaora flamenca, unos marinos portugueses, un niño enfrentado a la muerte de su abuela, una joven acróbata, el curioso origen del nombre de una ciudad venezolana o unos gallegos emigrados a América?
Pues nada, salvo que todos ellos son relatos que conforman el libro que toma el título de uno de ellos, obra de mi estimado compañero de globosfera, el venezolano Alí Reyes.
Evocadores cuentos que a pesar de su brevedad denotan un buen trabajo de documentación y una prosa exquisita rica en vocabulario.
Muy bien redactados, cuidados en su formulación, estos relatos breves supondrán un hallazgo para quien no conozca los trabajos previos de su autor y una reivindicación de la belleza que, en ocasiones, encierran la obras pequeñas que, en su modestia encuentran su grandeza.
Obra recomendable que he tenido la suerte de leer.
ResponderEliminarMuy agradable de leer.
EliminarHola Trecce!
ResponderEliminarBuena y acertada reseña. A mi tambien me parecio una buena lectura. Bien por Alí!
Saludos!
Merece la pena.
Eliminar...Caray...No te imaginas la alegría que me da saber que un lector tan perfeccionista y selectivo como tú, escriba ese párrafo sintético pero contundente acerca de mi hijo...Porque para mí ese libro es como un hijo...el hijo de mis desvelos.
ResponderEliminarGracias hermano porque, espaldarazos como estos, son los que se agradecen cada vez que uno mira al pasado y al futuro preguntándose si vale tanto esfuerzo y recurso escribir para que nadie te lea...Pero Dios pone ángeles en el camino para decirme ¡Sigue adelante que vas por buen camino ¡No desmayes!
Ese Ángel eres tú...Gracias mi hermano. Un abrazo desde Brasil, donde, a pesar de ser un migrante, no perderé mi identidad de escritor, siendo que hay gente valiosa como tú que ha podido apreciar lo poco que hasta ahora he logrado.
He preferido no perderme en florituras e ir al grano.
EliminarEs una lectura recomendable.