En una desolada ciudad de Detroit, el deprimido músico underground Adam (Tom Hiddleston) vive en una vieja casa en medio de edificios abandonados rodeado de instrumentos musicales, discos de vinilo y libros. Adam ha sido vampiro durante siglos, pero está cansado del destino de un mundo que se pliega a las decisiones equivocadas de los hombres.
Tiene un acuerdo de confidencialidad con Ian (Anton Yelchin) que le proporciona instrumentos raros y no le hace preguntas. Adam, bajo el nombre su puesto de Dr. Faust, le compra bolsas de sangre al Dr. Watson (Jeffrey Wright) en un hospital cercano.
Su esposa y amante Eve (Tilda Swinton) vive en Tánger, Marruecos, y también es vampiro. Su mejor amigo es "Kit" Marlowe (John Hurt), que le suministra la sangre que compra a un médico francés. Cuando Eve llama a Adam desde Tánger, siente que él está deprimido y decide volar a Detroit para pasar juntos una temporada. Antes de partir, se reúne con Kit para despedirse y este le dice que ha tenido un sueño con su hermana menor Ava (Mia Wasikowska), Eve también ha soñado con su hermana, algo que en su mundo supone una especie de premonición que significa que, en cualquier momento, esta puede aparecer. Eva y Adam se reúnen y pasan los días amándose. De la nada, la salvaje e imprudente Ava llega a la casa de Adam y revoluciona totalmente sus, hasta entonces, apacibles vidas.
La banda sonora del film nos ofrece un recorrido por el rock & roll de los 60 y el soul clásico, añadiendo alguna referencia más actual, junto a piezas del grupo de Carter Logan y Jim Jarmusch, Sqürl, en colaboración con el compositor neozelandés Jozef Van Wissem.
La película está plagada de referencias a músicos que van desde Schubert a Eddie Cochran; de múltiples menciones literarias (de Marlowe a Shakespeare pasando por Fausto); de personajes de la política (Buchanan, Dukakis...); de guiños cinéfilos (los vampiros vuelan en Air Lumiere).
El cine de Jim Jarmusch es así, pausado y detallista, con puestas en escena llamativas. En esta película llama la atención sobre la deriva de la humanidad hacia su propia autodestrucción, aunque su forma de plantear los mensajes sobre los que reflexiona, hacen que su cine no sea para cualquier tipo de público, pues a más de uno, el desarrollo de películas como esta, les puede resultar incluso aburrido.
Con una ambientación recargada que tiene algo de gótica, no es una película de vampiros al uso, quien vaya buscando vísceras y sangre no lo encontrará, es sobre todo la plasmación de una visión ciertamente pesimista sobre un cercano final de la humanidad, con un punto de optimismo, pues, como dice el título, los amantes sobrevivirán.
Eres un auténtico amante del Arte del Cine para sufrir ver este tipo de películas. Los "paletos" unicamente buscaamos en el Cine el pasar un buen rato. Sin más.
ResponderEliminarAl contrario de lo que ocurre con tantas buenas películas que uno no se cansa de ver, estas con una vez que las vea, van servidas.
Eliminar