Año 1647, diversos indicios en el aire y en la tierra, auguraban desastres y extraordinarios acontecimientos. Durante el verano, hubo un gran eclipse de sol, luego un cometa apareció en el cielo y, finalmente, las estaciones del año, se mezclaron de tal modo, que ni los ancianos recordaban un fenómeno como aquel. Todos en Rusia y Polonia, volvían sus ojos inquietos y dirigían sus pensamientos hacia los agrestes campos que se extendían desde el Dnièper hasta el mar negro. Y más allá, hacia la Crimea de los Tártaros, de donde podía venir el peligro.
Jan Skrzetuski (Michal Zebrowski), un joven oficial al servicio del príncipe Jeremi Wisniowecki (Andrzej Seweryn), regresa de una misión diplomática en Crimea y salva de la muerte a Bohdan Chmielnicki (Bogdan Stupka), quien ha sido atacado por los criados de uno de sus vecinos.
Skrzetuski desconoce que las autoridades han puesto precio a la cabeza de Chmielnicki y que este huye de territorio polaco con la intención de sublevar a los cosacos y ponerse al frente de ellos.
Tras este episodio, Skrzetuski atiende la petición de ayuda de Kniahini Kurcewiczowa (Ewa Wisniewska), pues el carruaje en que viaja con su bella sobrina, Helena (Izabella Scorupco), ha quedado atrapado en medio de un riachuelo.
Skrzetuski se enamora de Helena quien a su vez, ha sido prometida por su familia al atamán cosaco Jurko Bohun (Aleksandr Domogarov), que no se resignará a perder a Helena tan fácilmente. Skrzetuski, junto a sus amigos Jan Onufry Zagloba (Krzysztof Kowalewski), Longinus Podbipieta (Wiktor Zborowski), Michal Wolodyjowski (Zbigniew Zamachowski) y a su criado Rzedzian (Wojciech Malajkat), habrá de luchar por rescatar a Helena de las manos de Bohun, todo ello en medio del levantamiento de los cosacos de Ucrania y sus aliados de Crimea, frente a la confederación polaco-lituana.
El film adapta el libro A sangre y Fuego, del Premio Nobel de Literatura Henryk Sienkiewicz.
El libro forma parte de la llamada Trilogía Polaca, siendo el primero de los tres, los otros dos son "El Dilubio" y "Un héroe polaco".
Los tres han sido llevados a la pantalla y se da la curiosa circunstancia de que la película más antigua, concretamente de 1968, es "Pan Wołodyjowski", que adapta la tercera de las novelas; la segunda película es "Potop", un film de 1974, que adapta la segunda novela y la tercera es esta de que hablamos, estrenada en 1999, que lleva a la pantalla la primera de las novelas de la trilogía. Es decir que se han ido llevando al cine en orden inverso a la cronología de las novelas.
El guión sigue, casi punto por punto, el texto de la novela, incluso en pequeños detalles.
En la estructura del film podemos ver tres partes que se entremezclan a lo largo de la película, por un lado la historia romántica entre Helena y el coronel Skrzetuski; de otro, los hechos más o menos históricos que narran el levantamiento cosaco de 1648, que fue una insurrección de los territorios de la actual Ucrania que tuvo lugar entre 1648 y 1654. Bajo el mando del atamán Bohdán Jmelnytsky, los cosacos de Zaporozhia aliados con los tártaros de Crimea, así como los campesinos locales ucranianos, que libraron varias batallas contra los ejércitos y la desorganizada milicia szlachtiana de la Mancomunidad Polaco-Lituana, y erradicaron el control de la szlachta polaca, los sacerdotes católico-romanos y sus intermediarios judíos (arrendadores) en la zona. Por último, a lo largo de toda la película se intercalan momentos de humor, sobre todo a cargo de los personajes de Zagloba, de Longinus Podbipieta y su particular voto de castidad hasta que logre rebanar tres cabezas de un solo tajo, y del criado Rzedzian.
Quizá lo más flojo sea la historia de amor, con la ex-chica Bond, cantante, modelo y actriz sueco-polaca Izabella Scorupco, que es casi una figura decorativa, aunque los varios episodios de rescate de la chica, dan lugar a secuencias de aventura, con pequeñas escaramuzas, enfrentamientos, huídas y diversas estratagemas que dan cierto dinamismo a la película.
Una película con un ambientación estupenda, buenas escenas de combates, tanto los enfrentamientos individuales o los protagonizados por pequeños grupos, como las batallas en orden cerrado o los asedios. En estos podemos ver, entre otras cosas, a la célebre caballería polaca, los legendarios húsares alados (los Husaria). A mí me ha recordado a las grandes superproducciones de lo años 60 en Cinemascope, porque además tiene cierto tono añejo que recuerda esa época.
El guión no es gran cosa y las actuaciones resultan desiguales.
Quizá se haga un poco larga, pero en general, es entretenida.
Las imágenes son muy atrayentes y dan apetencia de ver la peli.
ResponderEliminarEs entretenida y, por momentos, incluso divertida, pero deja que desear.
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