Carol (Clara Lago), una adolescente neoyorkina de madre española y padre norteamericano, viaja por primera vez a España en la primavera de 1938 en compañía de Aurora (María Barranco), su madre. Separada de su padre, piloto en las Brigadas Internacionales al que ella adora, su llegada al pueblo materno transforma un entorno familiar lleno de secretos. Dotada de un carácter rebelde, se opone a los convencionalismos de un mundo que le resulta desconocido. La complicidad con la maestra del pueblo, Maruja (Rosa Mª Sardá) o las lecciones de vida de su abuelo Amalio (Álvaro de Luna), le abrirán las puertas a un universo de sentimientos adultos.
Carol descubre la amistad a través de unos chicos que conoce en el pueblo a los que se une formando una curiosa y divertida pandilla. Con Tomiche (Juanjo Ballesta), Cagurrio (Andrés de la Cruz) y Culovaso (Daniel Retuerta) compartirá diversión, descubrirá juegos diferentes a los de la ciudad y conocerá algunos secretos del pueblo contra los que se rebelará. A través de esta amistad surge el amor con uno de los niños de la pandilla, Tomiche. Él es un niño del pueblo con quien comparte juegos y confesiones que le harán descubrir un mundo nuevo lleno de sentimientos. Así disfrutará de su primer amor. La pérdida de un ser querido aparece en varias ocasiones a lo largo de la película, y ya inmediatamente de su llegada al pueblo, Carol y su madre van al cementerio a ver la tumba de la abuela.
Basada en el relato "A boca de noche", de Ángel García Roldán, el autor del mismo, lo es también del guión junto al propio realizador Imanol Uribe.
La película está estupendamente fotografiada y cuenta con una buena banda sonora.
En el reparto, nombres muy conocidos del panorama nacional (Juan José Ballesta, Álvaro de Luna, María Barranco, Rosa María Sardá, Carmelo Gómez...), supuso el debut cinematográfico de Clara Lago, a la que muchos conocen como la protagonista de Ocho apellidos vascos y que realiza una gran interpretación que quizá hacía esperar de ella más de lo que ha conseguido hasta ahora.
Buen trabajo de ambientación, los escenarios castellanos de la novela, se transforman en los verdes parajes del norte, pues los exteriores se rodaron en Cantabria, Galicia y Portugal.
El film es una especie de cuento, con el trasfondo de la Guerra Civil y todas sus miserias, que narra el viaje de una niña que se está transformando en mujer, viaje no sólo geográfico hasta un país de costumbres absolutamente distintas a las que conoce, sino una especie de viaje iniciático hacia el mundo adulto, plagado de dobleces, maldades, silencios y miedos, en el que Carol encontrará también algunos adultos que se salen de estos parámetros y, sobre todo, a su pandilla que desafía este mundo y busca la libertad simbolizada en sus bicicletas que les llevan a vagar libres hacia el río o el cercano monte, parajes en los que se desembarazan de la presencia vigilante de los adultos.
Una película delicada, de las que vulgarmente se califican como bonitas, con alguna levísima concesión al humor y un halo de tragedia que marca a la protagonista y la enfrentará con un mundo que no siempre resulta comprensible para ella.
Me gusta el argumento y parece una película muy entretenida.
ResponderEliminarEstá bastante bien. Sin querer establecer comparaciones, en muchos aspectos recuerda a "La lengua de las mariposas"
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