El libro de Tag Gallagher es una inmensa obra sobre el gran cineasta del siglo XX. Inmensa en todos los sentidos, porque grande es la figura de John Ford y voluminoso el trabajo de Gallagher.
Publicado originalmente en 1986, nos acerca a la figura de este genio carismático y divertido, pero también tortuoso y sardónico que ocultaba su gran erudición bajo una apariencia casi de analfabeto, su acomodada posición económica bajo ropas desgastadas y su sensibilidad bajo la apariencia de hombre duro y despiadado. El hombre que tras rodar una escena, era capaz de encerrarse en su habitación, envolverse en una sábana y coger una borrachera de tres o cuatro días, tras haber gritado: ¡voy a emborracharme!
Según su hermano Francis, había tejido una leyenda de dureza alrededor de sí mismo para proteger y ocultar la suavidad y sensibilidad de su espíritu.
Por el libro desfilan testimonios de actores y técnicos que trabajaron con él, algunos le admiraban y otros, aún habiendo tenido problemas en su relación, acaban confesando la fascinación que este hombre era capaz de ejercer sobre quienes le rodeaban. Raramente explicaba algo y, aparentemente, no daba instrucciones a sus actores que en ocasiones, tenían que improvisar, pero siempre lograba sacar lo que pretendía de ellos.
El libro disecciona todas y cada una de sus películas, desde sus principios en el cine mudo, hasta su definitiva consagración y su aparente declive.
La historia de un maestro que agradará al lector en general, porque cuenta muchas anécdotas de su vida, algunas veces disparatada, pero sobre todo resulta muy atractivo para el cinéfilo por la gran cantidad de información y pormenores que ofrece sobre la carrera de este hombre y los detalles de la preparación y rodaje de sus films.
Vaya no sabía yo, que le gustaba empinar el codo. Además una cosa es beber, y otras pillar unas tajadas de campeonato.
ResponderEliminarAbrazo Trecce.
Quizá los genes irlandeses tuvieran algo que ver.
EliminarCuando se hacen grandes esfuerzos de concentración y dirección de un trabajo, y los resultados son los buscados, la tendencia del ser humano es relajarse. Y muchos lo hacen dándole a la botella.
ResponderEliminarTe recomiendo leas, porque sé que te va a gustar, el libro INTRUSO de Frederick Forsyth, el autor de CHACAL, LOS PERROS DE LA GUERRA u ODESSA.
Ford, como tantos grandes hombres en la historia de la humanidad, tenía sus debilidades bajo esa apariencia de fortaleza. La bebida era una de ellas y en ocasiones sus grandiosas borracheras acababan ante un confesor (era católico, como buen descendiente de irlandeses) firmando papeles de compromiso de no volver a probar el alcohol nunca más, propósito que, es claro, incumplía una vez y otra.
EliminarGracias por la recomendación.
Trecce en la entrada anterior te dejé comentario, no sé si lo has visto.
ResponderEliminarDisculpa, Rafa, no lo había visto.
EliminarUn saludo.