Una joven inglesa viaja como turista a Florencia y allí despierta a la vida y al amor. La belleza de la ciudad así como de las particularidades de sus habitantes abren su corazón, que hasta ese momento sólo había sentido algo parecido cuando interpretaba al piano obras de Beethoven o Schubert. Las interpretaciones al piano de Lucy Honeychurch (Helena Bonham Carter) reflejan inquietudes que su viaje a Italia la devuelve con creces. Allí conoce a George Emerson (Julian Sands) un extraño joven que viaja con su padre. Ambos ofrecen a Lucy y a su tía Charlotte (Maggie Smith), las habitaciones que tienen asignadas, ya que poseen vistas a la ciudad, al contrario que las de ellas que dan a un patio interior. El joven es un tanto nihilista pero a la vez bohemio y romántico, capaz de gritar en medio de la naturaleza una exigencia a la existencia: Valor y Amor, confirmándolo con un beso en los labios de la joven.
De regreso a Inglaterra, Lucy se compromete con Cecil Vyse (Daniel Day-Lewis) un petimetre inglés, un esteta, de verbo fácil y snob, que obviamente no permitirá a la joven olvidar su aventura florentina, sino que al contrario, las dudas que acucian a Lucy, se verán aún más acentuadas por la aparición del joven romántico.
El guión se basa en una novela de Edward Morgan Forster publicada en 1908.
En la transición de algunas escenas, el film hace una especie de homenaje al cine mudo, sustituyendo aquellos rótulos que nos introducían en lo que íbamos a ver, por una voz en off que nos da la introducción a las siguientes escenas, con el fondo de un dibujo de los que decoran algunos frisos florentinos.
El film es un ejercicio estético de primer orden, con una banda sonora muy apoyada en composiciones clásicas y una fotografía que se beneficia de la belleza de Florencia y de la campiña inglesa, con composiciones perfectamente estudiadas para conseguir tomas de gran belleza.
Ambientada en una época que se puede corresponder con finales del XIX, los personajes, estupendamente interpretados por un elenco que mezcla veteranía (Maggie Smith, Denholm Elliott, Judi Dench, Rosemary Leach...), con jóvenes talentos, algunos, como Helena Bonham Carter o Daniel Day-Lewis (sensacionales ambos), entonces desconocidos, se dedican a una vida diletante en un ambiente de cierta decadencia.
Exquisito el retrato de una cierta sociedad inglesa que se mueve entre la rigidez de las normas sociales y el afán por alcanzar y desarrollar el conocimiento a caballo entre el progresismo y la conservación de las rancias costumbres de clase.
Desde luego, quien busque acción no disfrutará de esta película, pero sí quien goce de los buenos diálogos. Una historia romántica con final feliz en el más estricto canon del género, con algunas escenas realmente brillantes.
Brillante tu exposición de esa peli. Dan ganas de verla unicamente por lo que explicas.
ResponderEliminarTiene muchas cosas realmente brillantes.
EliminarTriste es reconocer que aunque en su día la vi, una sola vez eso sí, no recordaba nada del argumento y poco de lo demás, a ver si un día de estos la veo y me deja el recuerdo
ResponderEliminarEl argumento no es nada del otro mundo y, sin embargo, todo lo demás es de gran nivel.
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