El cervantista Leandro Rodríguez coincide con la biografía oficial en la fecha de la muerte de Miguel de Cervantes Saavedra, pero discrepa con la fecha y el lugar de nacimiento del autor del Quijote, que sitúa en 1549, y no en 1547, en la pequeña localidad zamorana de Cervantes de Sanabria.
Su teoría, que ha configurado incluso una ruta turística sobre las huellas de Miguel de Cervantes en la comarca sanabresa, se basa en que la partida de bautismo de Alcalá de Henares de 1547 corresponde a otra persona llamada "Miguel Carbantes" que estudió Gramática en Madrid.
Sin embargo, Leandro Rodríguez ha sostenido que el escritor del Siglo de Oro español estudió en realidad en la Escuela de la Compañía de Jesús de Braganza (Portugal), a unos cincuenta kilómetros del pueblo en el que nació y del que adoptó su primer apellido, según ha argumentado este estudioso de la obra cervantina.
Rodríguez, que es doctor en Teología y profesor jubilado de Derecho Internacional de la Universidad de Ginebra, cuenta con una veintena de publicaciones en las que expone su tesis y toma como referencia una cita del prólogo de las "Novelas ejemplares" en la que Cervantes revela su edad para datar su nacimiento en 1549.
Desde que en 1978 publicara "Don Miguel, judío de Cervantes" y "Sanabria. Región de Miguel de Cervantes. Carta de Fueros", Leandro Rodríguez ha profundizado en su teoría, plasmada también en dos ediciones comentadas de "Don Quijote de la Mancha" y en libros más recientes como "Cervantes Caballero por Europa".
Este libro, publicado cuando se cumplen 400 años de la muerte de Miguel de Cervantes, recoge una especie de resumen de sus teorías, con las que se podrá estar más o menos de acuerdo, pero en las que don Leandro ha invertido muchas horas de estudio e investigación.
Quizá Rodríguez toma aquellos datos, nombres o descripciones de paisajes, personas y lugares que le vienen bien a sus tesis al pie de la letra y aquellos que las contradicen aduce que son los de su tierra sanabresa cambiados de nombre, puesto que uno de sus argumentos es que Cervantes era judio converso y deseaba camuflar su origen.
Sea cual sea la opinión que puedan merecer las tesis del autor, es de admirar la constancia de este hombre que contra viento y marea, ha seguido investigando y escribiendo sobre una teoría de la que él está más que convencido.
No conocía yo la versión de Leandro Rodriguez. Según u exposición, es bastante plausible que tenga razón este cervantista. Quienes evidentemente no tienen razón son esos catalanistas que le identifican con Joan Miquel Servent, natural de Xixona.
ResponderEliminar¡Qué más quisieran!
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