El próximo 18 de junio, España se enfrenta a Chile en su segundo partido del mundial de Brasil, una selección, la de Chile, apodada "La Roja", antes de que España adoptase este apelativo, una vez más asistiremos a la imagen de los jugadores españoles punto en boca y a la de los chilenos cantando su himno.
Un himno que tiene una llamativa historia emparentada con España y la animadversión contra ella. Si bien la independencia de Chile, como la de prácticamente la totalidad de los paises hispanoamericanos, fue una cuestión de los criollos, es decir, gentes por cuyas venas corría buen porcentaje (cuando no la totalidad) de sangre española, la letra del himno chileno, era un texto agresivamente antihispano, con estrofas como esta: "El cadalso o la antigua cadena / Os presenta el soberbio español: / Arrancad el puñal al tirano / Quebrantad ese cuello feroz"; o esta otra: "Ciudadanos, mirad en el campo / El cadáver del vil invasor... / Que perezca ese cruel que el sepulcro / Tan lejano a su cuna buscó".
Era un himno sin música y la primera vez se interpretó tomando prestada la del himno argentino, y aunque la primera partitura era obra del chileno Manuel Robles, la actual, por irónico que parezca, fue encargada a un español, Ramón Carnicer, uno de aquellos liberales que se vieron obligados a emigrar a Inglaterra (a Londres en su caso) en tiempos de Fernando VII y de los que se ha hablado aquí en alguna ocasión.
Cuando España reconoce la independencia chilena, el 24 de abril de 1844, firmando un tratado de Paz y Amistad, se encontraron con el enojoso asunto de la letra del himno y su regodeo en la injuria a los españoles, así que tras una campaña encabezada por José Santos Tornero, emigrante español, riojano de pura cepa, nacido en Viniegra de Abajo, en la Sierra de Cameros, director a la sazón del diario El Mercurio de Valparaíso, que aún sigue publicándose y que se tiene por el periódico en circulación más antiguo en lengua castellana, se deciden a darle unos retoquitos a la letra, manteniendo la música de Carnicer.
El nuevo himno tiene un tono mucho más amistoso y donde antes podíamos ver vilipendio, ahora encontramos estrofas de este tenor: "Ha cesado la lucha sangrienta / Ya es hermano el que ayer invasor / Del vasallo borramos la afrenta / Combatiendo en el campo de honor"; o esta: "Alza Chile, sin mancha la frente / Conquistaste tu nombre en la lid / Siempre noble, constante, valiente / Te encontraron los hijos del Cid".
Como se ve, cualquier signo de ofensa pasa a un discreto olvido. Todos tan amigos y aquí no ha pasado nada.
Creo que están cabreadísimos porque "la Roja" es su selección y he visto por ahí un anuncio con un discursito casi tan agresivo como la antigua letra del himno, nuestro equipo es un terrible usurpador...
ResponderEliminarSaludos.
Yo también he leído algo de eso por ahí.
EliminarAsí me gusta. Muy bonita historia, amigo Trecce.
ResponderEliminarEs curioso que siempre o casi siempre los más furibundos anti-españoles de América han sido españoles de pura cepa.
Ya sabes que no hay peor cuña que la de la misma madera.
EliminarNo cabe duda de que les hicimos mucho daño, pero creo que también aportamos mucho. Hace tiempo atrás cuando vivía Hugo Chávez y que conste que este tipo me caía muy bien, recuerdo que mando quitar de Venezuela la última estatua que quedaba de Colón, diciendo que aquello era un recuerdo de los invasores: pero en Venezuela que yo sepa se habla castellano, y a él por ejemplo no le dio por decreto ley imponer que se hablase inglés, o italiano. Quiero decir que la lengua madre si que la abrazaba. El antiguo himno chileno desde luego que tenía miga.
ResponderEliminarSaludos Trecce.
Hay cosas tan arraigadas que pretender borrarlas con una ley es como querer borrar los sentimientos con detergente.
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