El protagonista, es un hidalgo ruso, Laureski, engañado por su esposa, que lleva una vida disipada y tiene un amante, se separa de ella y vuelve a su casa solariega a ocultar su desaliento y soledad en un círculo de vida provinciana, honesta y sencilla. Allí encuentra a su prima Lisa, joven, hermosa y cándida, que se prenda de él. Corre el rumor de la muerte de la esposa de Laureski y alienta en éste la esperanza de la ventura; pero la supuesta difunta se presenta a reclamar, con hipócrita mansedumbre, su puesto bajo el techo conyugal.
Lo más interesante no es el argumento, no sólo sencillo, sino incluso endeble, no deja de ser un enredo que puede parecer vulgar, pero la manera de exponerlo de Turgenev es lo que dota de altura al relato. La descripción de las costumbres provincianas, el campo, el conseguido capítulo final, la manera de hacernos partícipes del trágico dolor de la felicidad entrevista y perdida, del cielo que se entreabre y luego se cierra, convierten a esta novela en uno de los mejores trabajos del maestro ruso.
Con tanto cuerno por medio más que de hidalgos parece nido de astados.
ResponderEliminarEl prota se casó con una señora bastante casquivana, así que era de esperar que pasara lo que pasó.
Eliminarnido de astados jajaja
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