En ocasiones, en muchas ocasiones, para remediar un mal conviene hacer previamente un diagnóstico con el fin de poner remedio al problema. Si soy un potentado y me gusta que en mi casa me pongan todos los días 20 platos a la hora de la comida, pues muy bien y si necesito tres cocineros para que ese capricho se haga realidad y me los puedo pagar, estupendo. Pero si la diosa fortuna me da la espalda y mis ingresos menguan, seguramente pensaré en recortar gastos. Si cuando haga el diagnóstico de mi situación la solución que encuentro para el ahorro es recortar personal, dejar un cocinero y seguir con mis 20 platos...
Aquí parece que los que mandan han optado por mantener la juerga para ellos y jodernos (Fabra dixit) a nosostros. Como dice un conocido mío: Es necesario cambiar las leyes, que a los políticos (y otros más) se les puedan exigir responsabilidades por la mala gestión de la cosa pública. Sólo hay un problema: Las leyes las hacen ellos y ya procuran cubrirse bien las espaldas.
Recortes sociales, bajada de sueldo y reducción de vacaciones a los funcionarios que ostentan su título por oposición, mientras los políticos lo hacen por amiguismo, es el poder de las listas cerradas, te ponen de tercero o cuarto y sales elegido aunque seas un inútil o un delincuente. Y no se conforman con esto, tenemos un Consejo de Estado que emite informes no vinculantes sobre la legalidad de las leyes en varias materias, que nos cuesta 850.000 euros. Las ruinosas autonomías que aspiran a convertirse en virreinatos, también han creado sus consejos de estado a escala para meter en ellos a sus correligionarios, familiares y amiguetes. Dieciséis autonomías han copiado el invento (Cantabria no y funciona igual que las demás). A Cataluña le cuesta 1.200.000 euros, más que el Consejo de Estado de España.
Con estos y otros desgobiernos, Rajoy tiene perdidas las siguientes elecciones, o no, porque la alternativa son los ocultadores de ERE's, implicados en turbios asuntos como el aviso a etarras para que no fueran detenidos. ¿Entonces?
La prioridad deberían ser las familias con cinco miembros que no cobran ni un euro y que son desahuciadas por los banqueros amparados por Rajoy, pero cuando oímos al diputado Collarte que las pasa canutas para llegar a fin de mes con los 5.100 euros que se embolsa, nos damos cuenta de cuáles son las verdaderas prioridades de esta canalla y el rumbo que le han dado a esta democracia. Si un hambriento roba para dar de comer a sus hijos, es detenido. Sánchez Gordillo y los suyos, asaltan supermercados y se van de rositas. Cuestión de prioridades.
Pero no sólo los políticos están a la cabeza de quienes tienen prioridad. Los banqueros se jubilan cargados de millones de euros aunque hayan hundido al banco y algunos miembros de tribunales que llaman de justicia, gastan enormes sumas en fabulosos viajes de placer sin que les importen en absoluto, no digo ya el ciudadano, sino sus propios compañeros de humildes juzgados atascados de trabajo y faltos de medios. A eso le llamo yo actuar con decencia, dignidad y democracia... y justicia, por supuesto. Y hay más, aparte de políticos, sindicalistas, jueces, banqueros. La propia sociedad parece haber perdido el norte. Políticos bajo sospecha vuelven a salir elegidos (Baleares, Valencia, Andalucía, son ejemplos). Griñán, por ejemplo, sale reelegido pese a que bajo su mandato han barrido el dinero de los parados. Pero tranquilos, ya digo, es cuestión de prioridades y mientras ellos siguen en la mamandurria, en la comunidad de mis amores y pesares, el 85% de los jóvenes han emigrado y en Canarias, tres de cada cuatro hogares corren riesgo de exclusión social. En Palencia, el banco de alimentos ha creado nuevos comedores sociales... Sin embargo en España, con la mitad de la población, tenemos el doble de cargos públicos que en Alemania. ¡Cómo no van a aplaudir los alemanes los recortes! Lo que no acaban de comprender es el orden de prioridades y que todos vayan en el mismo sentido.
Y es que España no hay más que una, eso sí, con algunos parásitos, como los sindicatos y partidos mayoritarios, Bildu, Urkullu y Mas. Por cierto éste último ha fijado su prioridad en eso que él llama su misión histórica, empujando a los catalanes a la aventura secesionista, en lugar de ocuparse de los 800.000 parados que hay en Cataluña, los 70.000 enfermos que esperan una cita para entrar al quirófano o los 200.000 que están en lista de espera para ser recibidos por un médico especialista. En fin, como queda claro, todo es cuestión de prioridades.
No dejas títere con cabeza..., genial!
ResponderEliminarUn perfecto desarrollo de la maraña en la que estamos enredados... Terrible! (Nos tiene acogotados, anonadados, paralizados...)
Yo añadiría "Dame pan y dime tonto"... Les importa un bledo que estemos hartos de ellos... ("CLASE política") Quizá porque son demasiados y nos hemos creído esta democracia..., el estado del bienestar..., etc... (Nada más que decir a tu excelente exposición)
En tu otra entrada ("Yo invito...")no dije nada pero también me gustó y mucho. Pero es que eres tan rápido para publicar y yo si me gusta entro dos veces y...
Un abrazo.
¡Ay, Transi!, dejo mucho títere y alguna cabeza con mucha jeta.
EliminarOtro abrazo para ti.
Efectivamente es cuestión de prioridades, y las mayores prioridades son las de la caspa política, que no renunciará nunca a sus ya consolidados privilegios ni a seguir manteniendo su estatus con toda la cara dura que les caracteriza. Mientras tanto, los españoles a seguir introduciendo papelitos por la ranurita, eso sí, con mucha ceremonia y legalidad vigente, para seguirles el baile a nuestra colección de ciquibailes de todos los colores y partidos que nunca notarán la crisis porque ellos son la prioridad, y seguirán utilizando nuestros papelitos para tareas higiénicas a pesar de la rudeza del papel: No sólo tienen la cara muy dura, también las posaderas, de tanto calentar sillones y poltronas que no se merecen.
ResponderEliminarPues...Ya sabemos lo que nos toca si queremos priorizar lo verdaderamente priorizable: reformar lo que haga falta para meter en vereda a nuestros parásitos políticos y sindicaleros y enseñarles de una P... vez quién manda en un país democrático; hacer una limpieza general en la Justicia para que sea un poder independiente de verdad, al estilo Montesquieu, y poner en su sitio también a unos sindicatos chusqueros, onerosos, corruptos y anacrónicos que solamente sirven para montar huelgas con violencia.
Si los españoles lográramos lo que propongo no necesitaríamos rescates de distinta dureza, no tendríamos "primas tan descaradas" y no tendríamos que desmantelar un estado de bienestar que nos ha costado mucho sacrificio y que se lo han "pulido" los "funcionarios de altísimo grado, pocas luces y gran voracidad" que padecemos con nuestra aprobación en la ranurita.
Propongo un golpe de timón democrático: en las próximas elecciones generales, papelito blanco e inmaculado y mucho FORTASEC, sin copago, para nuestros/as sanguijuelas con el fin de cortarles la diarrea mental y física que sufrirán, y después que hagan cola en el Servicio de Urgencias del hospital correspondiente y en el WC de tal servicio, en el que se les tratará con el correspondiente ansiolítico sublingual para atajar la crisis de ansiedad que padecemos todos los españoles no pertenecientes a la "caspa", generada por nuestra "caspa".
Una solución muy democrática, dentro de la legislación y sin violencia piquetera.
Un saludo.
Estoy contigo, no veo lugar a la violencia, tal vez ni siquiera a secundar ciertas iniciativas que vienen del propio sistema, aunque sea disfrazado de oposición, pero creo que hace falta una salida democrática a todo este desastre en el que cada día perdemos un trocito de lo que nosotros y nuestro padres lograron con tanto esfuerzo y de lo que nuestros hijos no van a disfrutar ni las migajas al paso que va el asunto.
EliminarMe gustaría saber el porcentaje de funcionarios en la población laboral española, que ese porcentaje se comparara con el porcentaje de funcionarios en las listas electorales que consiguen algo en las diversas elecciones, y me gustaría saber por qué ese porcentaje exagerado de funcionarios luego legislan machacando sin contemplaciones a sus antiguos compañeros ¿mala conciencia?
ResponderEliminarLo primero que habría que hacer es distinguir entre los funcionarios que se han ganado su puesto (otra cosa es que nos guste el sistema de acceso o el considerar si hay muchos o no) y toda la sarta de chupópteros y ganapanes que han entrado en la Administración "de aquella manera", sin superar ni una sola prueba objetiva para acceder al puesto que ocupan y que deben toda su lealtad, no al Estado, ni a los contribuyentes, sino al partido que les ha colocado a costa de nuestros impuestos.
Eliminar