Billy Bigelow (Gordon MacRae), está empleado en un carrusel de una feria, es un tipo fanfarrón, algo pagado de sí mismo y muy torpe a la hora de expresar sentimientos. Julie Jordan (Shirley Jones) es una chica de pueblo, ingenua y dulce, que cae rendida ante los encantos del feriante, y a pesar de las advertencias en contra de amigos y conocidos acaban casándose.
Despedido de su trabajo, Billy vive a partir de entonces a costa de la familia de su mujer, sin oficio ni beneficio, y a pesar de enterarse de que va a ser padre.
Intenta con un amigo atracar al dueño de una fábrica en la que trabajó su mujer, y muere accidentalmente durante el atraco, al clavarse el cuchillo que llevaba. Años más tarde, le es concedido el privilegio de poder regresar al mundo de los vivos durante un sólo día, comprueba lo dura que le resulta la vida a la hija que no llegó a conocer, pues algunos de los niños de su edad, le recuerdan que su padre fue un delincuente. Billy, entrega a su hija una estrella como símbolo de la fe en uno mismo.
El musical de Broadway del que proviene la peli, se basa en una obra de teatro de Fred Moinar titulada "Lilion". Es inevitable al contemplar el film, acordarse de OKLAHOMA!, el anterior musical de la Fox, pues a mi juicio, este vuelve a caer en los mismos defectos: Excesiva duración para lo que cuenta; falta de credibilidad; cierta endeblez en los actores (sobre todo el protagonista, canta muy bien, pero su actuación deja qué desear); ritmo muy lento en muchos momentos... La fotografía, sin embargo, es espléndida, beneficiándose de los paisajes exteriores de Boothbay Harbour, un pueblecito marinero del estado de Maine donde se rodaron las imágenes al aire libre que salpican el filme. Las secuencias con el mar de fondo, los contraluces, los veleros navegando... son de auténtica postal.
De toda la parte musical, destaco tres cosas: La melodía "The carousel Waltz"; la coreografía que sirve como punto central del film, con la canción “June is Bustin' Out All Over”, un pegadizo homenaje al mes de junio, para el que la producción tira la casa por la ventana y nos encontramos con la escena más espectacular de todo el film (coros y bailarines entrecruzan la melodía con un bellísimo mar azul plagado de barcos); y por último, la canción ”You'll Never Walk Alone”, que interpretan la protagonista y Claramae Turner, una composición que ha tenido el privilegio de trascender al ámbito para el que fue creada y convertirse en todo un himno que los aficionados del Liverpool cantan en cada partido de su equipo.
Un film correcto, pero muy poco convincente en las interpretaciones, como ya he dicho. Me habría gustado ver a Sinatra, que en principio iba a hacer el papel protagonista, encarnando a Billy Bigelow, estoy convencido de que con ese aire canalla que sabía dar a sus personajes, hubiera resultado menos teatral.
La vi hace años en un cine de verano de esos que te he comentado otra veces y como sabes de estos habían en muchos sitios. Yo también creo que Sinatra lo habría hecho mejor. Creo que entretenida y poco más, salvo algunas escenas no hay mucho que rascar.
ResponderEliminarSaludos Trecce.
Estamos de acuerdo.
Eliminar