lunes, 27 de agosto de 2012

THE BAND WAGON

Tony Hunter (Fred Astaire) es un actor cinematográfico pasado de moda que viaja en tren hasta Nueva York, donde se encuentra con dos comediógrafos amigos, son el matrimonio formado por Lily y Lester Marton (Nanette Fabray y Oscar Levant), que le acucian para que haga teatro en Broadway.
Le presentan al destacado director y actor Jeffrey Cordova (Jack Buchanan) que está dispuesto a buscar la financión adecuada y dispuesto a que Hunter protagonice la obra, junto a la bailarina de orientación clásica Gabrielle Gerard (Cyd Charisse), para una producción que se vuelve más pretenciosa y rimbombante conforme el ego del director se interesa en ella.
Se estrena con un fracaso estrepitoso, pero los miembros de la compañía deciden remodelar la obra y presentarla en una gira por el país para acabar en Broadway, como el pasatiempo masivo que pretendían originalmente. De paso, el actor y la bailarina se enamoran.



Estrenada en España con el título de Melodias de Broadway 1955, seguramente no es la mejor película musical, pero sí que tiene unas connotaciones que la convierten en un título con especiales características, con una historia entrañable y una colección de números musicales sensacionales, magistralmente unidos por Vicente Minnelli.


Muchos críticos la sitúan, junto a Cantando bajo la lluvia, en el centro de la transición entre el musical clásico y los nuevos musicales que vendrían a partir de los 50. Está claro que el género necesitaba una renovación y no sólo en los temas, en los argumentos o en la forma de enfocar los films, sino una renovación generacional. Esta circunstancia está muy bien representada por Fred Astaire que contaba aquí con 54 años.


El propio Minnelli decía que el argumento era endeble y sabemos que en los musicales, muchas veces, el argumento es lo de menos si las canciones son buenas. Pero yo creo que el director hacía poca justicia a su propio film, porque la historia que sirve de soporte al film, tiene más enjundia de la que en un principio pueda parecer. Es una película sobre el teatro de Nueva York, el mundo de Broadway y más que un film con buenos números (que lo es), resulta ser el espectáculo por antonomasia.


Algunos de los números musicales son fantásticos, como el Dancing in the dark, que era la escena favorita de baile de Cyd Charisse; o el Shine on your shoes, que Astaire baila con Leroy Daniels, un limpiabotas auténtico. Para el propio Minelli, era una de sus películas preferidas.
La presencia de Fred Astaire y Cyd Charisse (quizá la pareja de baile más elegante que ha habido en el cine), con el gran Oscar Levant como secundario de lujo; la música de Arthur Schwartz; el guión de Codem y Green (Cantando bajo la lluvia) y, por supuesto, la realización de Minnelli, son garantía de sobra para reconocer que nos encontramos ante un gran film.


La película, entre otras muchas escenas inolvidables y de gran calidad, tiene una canción realmente ilustre: That's entertaiment. ¿Que no recordáis cuál es?, pues ved el video y escuchad la canción, seguro que la reconocéis, apuesto lo que sea.




4 comentarios:

  1. Bueno ya he dicho alguna vez que los musicales no es del género que más me agrada, pero creo que unas mejores o peores, todas están entretenidas.

    Saludos Trecce.

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    1. A mi con los musicales me ocurría algo así, con el tiempo he aprendido a apreciar el género.

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  2. En alguna ocasión ya he mencionado mi "debilidad" por esa maravilla llamada Cyd Charisse. Aquí está maravillosa...

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