Los marineros Clarence Doolittle (Frank Sinatra) y Joseph Brady (Gene Kelly), acaban de ser condecorados por sus servicios en la Armada estadounidense. Van a disfrutar de cuatro días de permiso y se encaminan hacia Hollywood, donde Brady conoce a una mujer con la que piensa pasar sus días de asueto.
Una vez allí, la policía les pide ayuda para hacerse cargo de Donald Martin (Dean Stockwell), un niño de 8 años que se ha escapado de casa con la pretensión de alistarse en la marina. Donald vive con su tía Susie (Kathryn Grayson), una joven que trabaja como chica de coro, que posee una voz prodigiosa y que espera una oportunidad para conseguir mejores papeles en el mundo del espectáculo.
Ambos marineros quedan prendados de la chica y se inventan una supuesta amistad con el músico José Iturbi, que trabaja en la industria cinematográfica, prometiéndole a Susie que le conseguiran una audición con el prestigioso compositor y director.
Historia sencilla, entrañable, bastante ñoña, pero que destila optimismo por todos sus poros. George Sidney consigue imprimirle un buen ritmo a este guión que mezcla el humor procedente de los malentendidos y una cierta tensión basada en el inviable compromiso de los dos marineros para conseguir la audición con Iturbi.
La película obtuvo uno de los cinco Oscar a los que estuvo nominada (el de mejor banda sonora musical) y tiene algunos planos muy interesantes por lo que suponen de búsqueda de innovaciones (sombras chinescas, protagonistas reflejados en el piano...), pero la escena más llamativa es el número en el que Kelly baila con el ratón Jerry, en una combinación de imagen real y dibujos animados, con un resultado sorprendente, original y muy divertido.
En la peli interviene el músico José Iturbi, sólo en Valencia el hijo de un empleado municipal que encendía las farolas del gas, puede llegar a ser un músico de renombre. En esa época, el compositor valenciano (su tierra, a la que tanto amó y por la que tanto hizo), trabajaba para la Metro y nos muestra su virtuosismo al piano. La peli cuenta en su banda sonora con algunas piezas de folclore hispano ("La cumparsita"o "Cielito Lindo", por ejemplo) .
Una película optimista, concebida como un homenaje a la marina, entretenida, con buenos números musicales y cuyo principal problema sea quizá las actuaciones de la tía Susan (la mencionada Kathryn Grayson) y del propio Iturbi que está como metida con calzador.
Como dices la película un poco ñoña, pero tiene algo que es de esas que tampoco olvidas. Yo recuerdo que la vi en un cine de esos que decían de verano. Como hemos comentado alguna que otra vez amigo Trecce, este tipo de cine de no ser a gente que ya tenemos cierta edad no gusta. Desde luego a las generaciones de ahora hasta las encuentran ridículas.
ResponderEliminarSaludos amigo.
Y yo entiendo que no les gusten estas pelis, pero tienen mucho encanto y más saber hacer, técnicamente hablando, del que pudiera parecer.
Eliminarcoincido con lo que ambos decís, pero salvadas la distancias, destila cierta alegría de vivir contagiosa; me gustó. Muy completa reseña, as usual, Trecce.
ResponderEliminarsaludos blogueros
Optimismo le sobra por los cuatro costados.
EliminarEl programa canicular propuesto por Trecce es estupendo. Hace unos días Escuela de sirenas, hoy Levando anclas.
ResponderEliminarEn el cine español nos quedamos en aquella Botón de ancla... (en color, eso sí)
Qué divertida y qué plantel de actores tenía Botón de Ancla. Por supuesto me refiero a la del año 48, no al remake de El Duo Dinámico.
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