jueves, 20 de junio de 2024

UN ASUNTO DE FAMILIA

 


Después de uno de sus habituales hurtos, Osamu (Lily Franky) y su hijo ven a una niña sola en su casa, aterida de frío y la llevan a su domicilio. Al principio, la mujer de Osamu no quiere que se quede con ellos, pero acaba apiadándose de la pequeña con signos evidentes de malos tratos. A pesar de sobrevivir con dificultades gracias a pequeños robos, la familia es feliz, hasta que un incidente imprevisto revela un secreto que pone a prueba los lazos que les unen.


Hirokazu Koreeda retorna a una de las constantes en sus films: La familia. Una institución tan importante en Japón, al menos hasta no hace tanto en que parece que las cosas cambian a un ritmo vertiginoso. 
Con sutiles movimientos de cámara que refuerzan la narrativa visual, el maestro japonés nos va acercando a la situación de esta familia que no lo es, algo que iremos descubriendo poco a poco y planteando preguntas al espectador, preguntas que nosotros mismos habremos de ir respondiendo cada cual desde nuestro enfoque y modo de entender particular.


¿Es la sangre o es el amor el lazo que nos une a unos seres? Es la cuestión principal que nos pone delante Koreeda. Hay una escena en que Nobuyo (Sakura Andô), una superviviente que representa el papel de madre en esta peculiar familia, le dice a la niña que han recogido e integrado como a una más: "Uno no hace daño a quien quiere, lo abraza". Esa puede ser la clave del mensaje del film que, más adelante, en su último tramo, hace una reflexión crítica sobre el papel de las instituciones a la hora de hacerse cargo de estas criaturas, anteponiendo, casi siempre, el derecho de sangre sobre otros valores. ¿Es esta realmente la solución? ¿Debe primar un entorno de amor y cariño o lo que la ley marca en su frialdad? ¿Se es madre por el hecho de parir y lo demás va por detrás de este derecho que las leyes reconocen para hacerse cargo de la criatura? 
Una historia aparentemente simple que encierra mucho más de lo que a primera vista parece.




8 comentarios:

  1. Muy buena película.

    Quienes viajan a Japón dicen que es un país muy seguro. Eso es porque no han topado con la familia protagonista.

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  2. Yo creo que la familia también la hace el roce, como todo.

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  3. Sin llegar al extremo de la coreana "Parásitos", ésta y otras cintas de Koreeda abordan igualmente relaciones familiares atípicas.

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  4. La vi en el cine, me encantó y la compré. Me parecó durísima, especialmente al final. Lo normal es que tire la sangre, pero ay excepciones para todo y el cariño debería imponerse.

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