LA SEÑORA SIN CAMELIAS

 

Por un giro del destino, Clara Manni (Lucia Bosè), una fotogénica dependienta milanesa, consigue el papel principal en "Addio Signora", el último drama romántico del productor de cine italiano Gianni Franchi (Andrea Checchi). Como resultado, la bella joven se convierte de la noche a la mañana en una sensación en Roma. El pequeño papel transforma a Clara en una diva de la pantalla grande, catapultándola al estrellato, más la ingenua joven, se siente engañada. Después de todo, la glamurosa industria cinematográfica es un mundo cruel plagado de falsas promesas. Ahora, relaciones fallidas y elecciones desastrosas aplastan los sueños de Clara que, cansada de participar en películas de pésima calidad, reclama un papel en el que pueda consagrarse como actriz.

Fascinante drama de lo que esconde tras su fachada de oropeles el mundo del espectáculo, la película explora temas que perseguirían a Michelangelo Antonioni y que se convierten en recurrentes en algunos de sus films: el tenue control de un individuo sobre su identidad y los peligros inherentes a la interpretación, no solo en la pantalla, sino en la vida misma.

El film nos presenta hombres cobardes y aprovechados, uno pretende que su esposa abandone su carrera y se quede en casa y el otro, rehúye el compromiso y solo desea un aventura que perdure en el tiempo. Frente a ellos, una mujer que, poco a poco, va saliendo de su ingenua inocencia, siendo consciente de cómo es la nueva sociedad en que se mueve, llena de hipocresía y falsedad. 

Aunque es solamente su tercer largometraje, el maestro italiano demuestra  cierta madurez en uno de los relatos mas crueles sobre lo que se esconde tras la escena en el despiadado mundo del espectáculo, con una compleja puesta en escena que juega cos los elementos de fondo y primer plano. 

Antonioni se muestra menos preocupado por la trama que por crear escenas fluidas y encuadres elocuentes que realcen la belleza de su actriz y la decoración que la rodea.