El autobús que traslada a la "Gran Compañía Internacional de Revistas" ha de hacer una parada forzosa en "Medina del Zarzal", nombre ficticio de un pueblo en medio de la geografía española, para poder operar a Jacqueline (Corinne Marchand), una de las más famosas y bellas coristas del ballet "Parfum de París", que ha tenido un repentino ataque de apendicitis. Allí, en una pequeña clínica dirigida por el médico don Enrique (Antonio Casas), un hombre entrado en años, brusco en su trato pero muy competente en su profesión, le realizan la operación con éxito. La joven ha de estar unos días de reposo mientras se recupera de la intervención, así que se queda en el pueblo mientras el autobús que transporta a la compañía sigue su camino para continuar con la gira. La estancia de la bella y sofisticada mujer en la pequeña población revolucionará la vida de sus tranquilos habitantes y del médico, que se enamora de ella y trata de prolongar su convalecencia.
Coproducción hispano-francesa de 1963, dirigida por Juan Antonio Bardem, que se presentó en la sección oficial del Festival de Venecia.
Los exteriores se rodaron en Aranda de Duero, además de algunos planos en el castillo de Peñafiel.
Más allá de su compromiso político y de las críticas soterradas al sistema político del momento, siempre sorteando las tijeras del censor y que, en ocasiones, solamente llegaban a los iniciados, Bardem radiografía la sociedad de cualquier ciudad española de provincias, en aquellos años que navegaban entre la posguerra y cierto aperturismo que se atisbaba en el horizonte y que a las zonas alejadas del turismo a gran escala, tardó algo más en llegar.
Es una historia en la que junto a asuntos más generales, se plasman las relaciones personales de algunos integrantes de lo que podríamos llamar clase media de estos lugares, personajes condicionados por el puritanismo y la mentalidad cerrada y retrógrada de la sociedad en que habitan, cuyas vidas se ven perturbadas por la llegada de la vedette francesa que revoluciona el entorno anodino y pacato de la ciudad.
Sin duda, la circunstancia de haber sido rodada con posterioridad a Calle Mayor, que obtuvo gran reconocimiento nacional e internacional, contribuyó a que, en su momento, este film pasara sin pena ni gloria, incluso menospreciado por una parte de la crítica que lo bautizó como "Calle Menor". Sin embargo, pasado el tiempo, hay que reconocer la calidad de la película, con un buen guión, en el que además de Bardem, intervino Alfonso Sastre; una estupenda fotografía de Juan Julio Baena y una magnífica banda sonora de Georges Delerue (candidato al Oscar en cinco ocasiones y ganador en una de ellas), para un retrato no menos logrado de una pequeña ciudad de la Castilla interior.
Además de lo expuesto, no puedo menos de referirme al gran trabajo de Julia Gutiérrez Caba, para mí, el personaje de Julia es el mejor de la película, una mujer fuerte, con ideas propias, incómoda con el ambiente de las cotillas que la rodean, sometida a la sumisión que el machismo de la época imponía, que se rebela silenciosamente contra ese marido mujeriego, ególatra y frustrado, aunque el mensaje final no sea nada halagüeño. Si el deseo explícito que siente el marido por la corista lleva a éste a ponerse en ridículo, la tensión sexual entre Julia y el joven profesor de francés interpretado por Jean-Pierre Cassel, está logradísima.
Me pareció muy interesante su temática y notable su tratamiento, aunque fallan un poco los diálogos, demasiado literarios (un defecto bastante habitual en el cine de Bardem).
ResponderEliminarMuy típico.
EliminarEvidentemente, quienes la llamaron "Calle menor" no supieron apreciar las muchas virtudes de esta película, que para mí se encuentra entre lo mejor de Bardem.
ResponderEliminarYo también pienso que es de sus mejores trabajos. Gran película.
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