El comandante Antonio Carotenuto (Vittorio De Sica) es enviado a Sagliena, un pequeño pueblo imaginario de Los Abruzos, en la Italia de los años 50, para ponerse al frente del puesto de carabinieri de la localidad. En el pueblo conoce a Maria (Gina Lollobrigida), conocida como 'la leñadora', enamorada en secreto del carabinero en prácticas Pietro Stelluti (Roberto Risso), de quien también está enamorada Paoletta (Maria Pia Casilio), la sobrina del cura. Además, el comandante comienza a cortejar a la la joven leñadora, hasta que es consciente de que ésta ama a su subordinado y deja libre el campo para declarar su amor a Annarella (Marisa Merlini), la comadrona del pueblo.
El protagonista es un carabiniere bonachón, amable, ya maduro, que entró en el cuerpo como recurso para ganarse la vida, aunque sus sueños de futuro iban por otro camino bien distinto.
La chica, María, es la más guapa y la más pobre del pueblo, perseguida por los hombres, que ayuda a su madre para sacar adelante a sus hermanos pequeños recogiendo leña y repartiéndola entre sus vecinos. Una de esas mujeres que proliferaron en la Italia de la época a las que la guerra obligó a ser fuertes para suplir con su trabajo y sacrificio la ausencia de padres y hermanos muertos o desaparecidos.
Un enfoque distinto del neorrealismo, envuelto en romanticismo y con mucho humor, pero de fondo seguimos viendo las constantes del género: El retrato de la gente de la calle, en este caso personajes rurales, pobres pero aparentemente felices y resignados. Como dice el párroco: Me gustaría que fueran un poco más reivindicativos, como sus vecinos del sur. Pero allí, casi todos los habitantes son dueños de sus tierras, lo que provoca la ausencia de conflictos, aunque el resultado es una vida casi mísera y con pocas perspectivas de futuro.
En ese retrato social, tan típico, vemos el discurrir diario de la gente, los ancianos ociosos cotilleando sobre el resto de sus vecinos; las fiestas populares; las envidias y, al tiempo, la ayuda mutua, tan corrientes ambas facetas en las sociedades pequeñas.
La narración esquiva el drama de estas vidas austeras y, aunque no renuncia a mostrarnos la realidad, lo envuelve todo en esa pátina de humor que hace de la película un relato muy divertido.
El film significó el despegue de la carrera de Gina Lollobrigida como gran estrella internacional.
A pesar de tratarse de una variante edulcorada del neorrealismo, la película resulta de lo más entrañable gracias al buen hacer de su pareja protagonista.
ResponderEliminarEn efecto, así es.
EliminarQue tal Trecce!
ResponderEliminarEstupenda e inolvidable película. Estaba comprobando por curiosidad la edad de Gina, 94 años, toda una estrella y un icono.
Saludos!
Una de las grandes del cine italiano y mundial.
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