Una lluviosa tarde de 1933, el tímido estudiante de Cambridge Guy Malyon ( Stuart Townsend), conoce a Gilda Bessé (Charlize Theron), hija de un magnate francés del champagne, que irrumpe en su tranquila vida universitaria. Antes de que pueda darse cuenta, Guy está enamorado de Gilda y se traslada al apartamento parisino de la ahora prometedora fotógrafa, en el que vive junto a su musa, de idealistas convicciones políticas, la española Mía (Penélope Cruz), una refugiada de origen asturiano, hija de un minero. A medida que España sucumbe gradualmente al bando rebelde, el compromiso de Mia y Guy con la causa de la República Española amenazará con romper su coexistencia bohemia y casi idílica.
La historia de un trío amoroso con trasfondo bélico, primero la Guerra Española y, después, la Segunda Guerra Mundial y la ocupación nazi de Francia y, más concretamente de París.
Gilda es un espíritu libre, una mujer demasiado moderna y adelantada a su época en cuanto a costumbres y a sus sentimientos de persona independiente, cambia de pareja constantemente y no se aviene a estar sujeta a convenciones de género o de estatus social. Por otro lado, tampoco parece muy dispuesta a renunciar a los medios que la posición económica de su familia le ofrecen y que le permiten seguir con esa vida de independencia, en todos los sentidos, que lleva.
Al principio, la película se centra en la historia romántica entre los dos protagonistas, un tanto alocada, para ir derivando a otros terrenos en los que el compromiso social, la lucha contra el fascismo, etc., van tomando más importancia.
El guión no parece muy conseguido y, en ocasiones, da la impresión de que se pierde o que se lía más de la cuenta, para acabar naufragando en muchos momentos. Lo mejor, la gran interpretación de Charlize Theron.
Demasiado adelantado a su época
ResponderEliminarBueno, tampoco tanto, pienso yo.
EliminarAunque la imagen de Charlize Theron más Penélope Cruz me parece altamente sugestiva, creo que no llegaré a ver esta película.
ResponderEliminarPues según mi humilde parecer, tampoco te perderás gran cosa.
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