viernes, 7 de mayo de 2021

24 HOUR PARTY PEOPLE

 


En 1976, Tony Wilson (Steve Coogan) descubre que su verdadera vocación es la música. Funda un sello discográfico y se convierte en cazatalentos y promotor musical. Nace así la exitosa discográfica Factory Records de Manchester, de donde proceden grupos como Joy Division, New Order y Happy Mondays. Tony Wilson y sus amigos, tras asistir a un concierto de Sex Pistols, a finales de los años 70, elaboran un plan que cambia por completo el mundo de la música pop y convierte a Manchester en una ciudad famosa. Tras lanzar Factory Records, compran un local y ponen su propia discoteca (Hacienda), que se convierte en una de las más conocidas del mundo.


Tony Wilson, uno de los propulsores de la New Wave en la Gran Bretaña de fines de los setenta es el protagonista de esta interesante cinta de Michael Winterbottom. A partir de su historia primero como conductor de un programa musical y luego como productor y animador de varias bandas fundamentales como Joy Division o Happy Mondays, nos va ofreciendo todo un caleidoscopio sobre la movida musical de Manchester. 
Steve Coogan, con una estupenda actuación, se encarga de dar vida a este poco conocido pero fundamental personaje del ambiente musical británico, es un personaje extraño, como los ídolos mismos de la efervescencia glam que lo precedieron, pero también algo neurótico y hasta soñador. Su entusiasmo por la música va más allá de un asunto de negocios. En su productora, los contratos se escriben con sangre (literalmente), pero en ellos queda claro que el producto es siempre de su creador y que este o estos, son libres en cualquier momento de abandonar el barco, aunque sea para hundirse por su cuenta, lo que da idea del romanticismo del personaje de Coogan que busca otra cosa bien distinta de la rentabilidad económica en sus aventuras empresariales. 
Pocas películas nos muestran este ambiente en su sencilla y cotidiana esencia, los proyectos y acaso las grandes creaciones se nos presentan desarrolladas en un ambiente de amistad, de camaradería, donde nada luce realmente fuera de lo común salvo las casuales extravagancias de algunos de ellos. Mas bien es el propio Tony el que se esfuerza por presentárnosla con la aureola del mito, desde ese primer concierto de una banda llamada Sex Pistols, totalmente desconocida entonces, pasando por los primeros acordes, como quien no quiere la cosa, de Love Will Tear Us Apart o Blue Monday
Alrededor de todo esto está el show, el mundo de excesos alrededor de la disco “La Hacienda”, de la que todo el mundo, principalmente los narcotraficantes y su "extasis", sacan provecho, excepto el propio Wilson que acaba viéndose desalojado, porque la gente consume de todo, menos las bebidas que se sirven en la barra.


La película tiene situaciones realmente llamativas y algunos diálogos brillantes, por ejemplo, cuando Wilson y su novia asisten al concierto de los Sex Pistols en el que solo había cuarenta personas, dice Wilson a propósito de ello: A la Última Cena, solo asistieron doce personas y mira lo importante que fue, cuantas menos personas acuden, más importante es el acontecimiento. O cuando inaugura "La Hacienda" y no han podido repartir las invitaciones porque la imprenta se las ha llevado tarde: Para el Sermón de la Montaña, tampoco repartieron invitaciones y fue un éxito de público.
Un tipo peculiar, que veía las cosas con optimismo y que fue fundamental en un momento dado para la nueva cultura del pop británico llevado, sobre todo, por su desinteresado amor a la música, cuya figura, y las de quienes le rodearon, se nos presenta de forma divertida y amena en una película que resulta interesante y entretenida, sobre todo para quienes disfruten de la música y su historia, aunque sea su pequeña historia. 




4 comentarios:

  1. Hola.
    Yo no sabía nada de esta peli hasta que hace unos años busqué la filmografía de Shirley Henderson, porque me parecía rarísimo que Jude, la amiga de Bridget Jones, fuera Myrtle la llorona(de Harry Potter), y mientras lo comprobaba encontré esta peli y me intrigó, parecía distinta y original. Pero a pesar de llamar mi atención, todavía no la he visto.
    Mil gracias por la reseña y tomo nota.
    ¡Feliz finde!

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    1. Pues además, por la forma en que está enfocada, se hace bastante amena.

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  2. Winterbottom es uno de esos directores, joven promesa en su día, cuya estrella ha ido declinando irremisiblemente con el paso de los años. Sin embargo, películas como ésta o la posterior "9 Songs" (2004) dan fe de su particular estilo y de un gusto por la música fuera de dudas.

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