INVISIBLES

Elsa (Emma Suárez), Julia (Adriana Ozores) y Amelia (Nathalie Poza) son tres amigas de toda la vida que comparten dos cosas: la misma edad (50 años), y una caminata semanal por la mañana en un parque de Madrid cada jueves, donde cuentan a las demás sus diferentes vidas cotidianas: Elsa es un espíritu libre incapaz de mantener una relación seria que trabaja como CEO en una distribuidora de películas y que está convencida de que su jefe quiere tener una aventura con ella a pesar de que es un hombre casado; Julia es una mujer casada de corazón amargado que no solo desprecia a su esposo tras 15 años de matrimonio, sino a sus jóvenes estudiantes por sus malos modales en su trabajo como profesora de matemáticas en un instituto; y Amelia es una mujer ingenua que trabaja como horticultora en su propio vivero, que atraviesa por algunas complicaciones en su reciente relación con Ricardo que tiene una hija adolescente que rechaza a Amelia como madrastra al no aceptar el divorcio de sus padres.

Con guión de Antonio Mercero y la propia realizadora, Gracia Querejeta, es una película que se apoya en el gran trabajo de las tres protagonistas y en un guión que prácticamente son las conversaciones entre ellas, con momentos brillantes y siempre interesantes.

Los personajes están perfectamente definidos y a lo largo del film vamos descubriendo sus pequeños secretos, esos que se acaban contando unas o a otras. Gracia Querejeta elije personajes que representan arquetipos que nos acerquen a algunos de los sentimientos que rodean la vida de una mujer de mediana edad y clase media en la sociedad occidental de estos días. Quizá uno de los problemas es que trata de abarcar demasiado y ello le hace parecer un poco forzado en ocasiones, pero en general resulta una película entretenida y bien construída. 

Film personal y militante sin estridencias, con un punto de intimismo y un diseño algo teatral, al recurrir a un solo escenario (los paseos por el parque), pero que queda bien resuelto.