Álvaro (Javier Gutiérrez), un sevillano que aspira a ser escritor, se estrella con su torpeza y falta de inspiración para llevar adelante su sueño. Trabaja en una notaría y está casado con Amanda (María León) que, de forma inesperada, se hace famosa por el éxito que obtiene con su primera novela.
Soñando con hacer la gran novela de todos los tiempos y superar a Amanda, Álvaro acude a clases nocturnas de un taller de escritura desde hace tres años, pidiendo ayuda a su profesor, Juan (Antonio de la Torre) para encontrar las claves para hacerlo.
Tras descubrir que Amanda le es infiel, don Alfonso (Alberto González), su jefe, sugiere a Álvaro que se tome unas vacaciones y éste se muda de edificio, conociendo a sus nuevos vecinos, entre ellos están Enrique (Tenoch Huerta) e Irene (Adriana Paz), dos inmigrantes mexicanos con problemas de dinero por el inminente despido de Enrique de su trabajo; el Sr. Montero (Rafael Téllez), un anciano ex militar, con ideas de extrema derecha del viejo régimen franquista, y la portera del edificio, una mujer madura insatisfecha utilizada por Álvaro para obtener información.
Un día descubre que la ficción se puede escribir partiendo de la propia realidad y comienza a manipular a sus vecinos y amistades. A medida que avanza la redacción de la novela, el escritor va construyendo a su alrededor una densa maraña de relaciones entre la realidad y la ficción, que no tardará en escapar a su control.
El guión está basado en la novela "El móvil", de Javier Cercas, su primera novela y cuando fue publicada por primera vez, en 1987, formaba parte de una colección de cinco relatos. "El móvil" sobrevivió a los otros y en 2003, se publicó por separado con alguna corrección del autor y un comentario sobre la misma de Francisco Rico.
Para la banda sonora, Manuel Martín Cuenca, contó con José Luis Perales y su hijo, Pablo Perales Carrasco, que además de la música, compusieron dos canciones para la misma.
Buen intento, con desigual resultado, de hacer algo diferente en el cine nacional.
La idea del film ofrecía, a mi parecer, mayores posibilidades de las conseguidas, pero el guión ha tomado la senda de lo seguro y pierde parte del potencial que ofrecían las subtramas que convergen al final de la película.
A lo largo del film apreciamos un cierto tono de comedia que hace asomar alguna sonrisa y un toque que puede ser calificado de ligeramente feminista (la actitud del marido, celoso ante el éxito de su esposa), aunque puede ser aplicado a cualquier tipo de relación.
Está bastante conseguida también la reflexión que hace sobre el afán de triunfo en nuestra sociedad, esa doctrina tan americana de que uno puede conseguir lo que se proponga a base de esfuerzo y trabajo, que ha logrado calar en amplias capas de la sociedad y que favorece que surjan personajes que se aprovechan de ello. Esto, en el film, queda representado por el personaje de Juan (magníficamente interpretado por Antonio de la Torre), un vividor que se aprovecha del afán del protagonista por conseguir algo para lo que no está dotado.
La película, en general, resulta entretenida y, ya digo, tiene algún momento divertido, aunque hay cosas que no acaban de funcionar, por ejemplo la poca verosimilitud que transmite la pareja Alberto/Amanda o que en alguna de las subtramas no se aprovecha bien lo que pueden dar de sí. Para acabar de rematarlo, un final que guarda una sorpresa un tanto original, pero que se estropea al alargarlo más de la cuenta, aunque esto es una opinión personal. A pesar de lo dicho, es un film interesante, bien hecho, en general bien interpretado y entretenido.
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