martes, 3 de julio de 2018

EL WOLFRAMIO DE LOS ALEMANES

Durante la Segunda Guerra Muldial, como compensación por la ayuda prestada a las tropas de Franco, los alemanes exigieron que les fuera concedida la explotación de las minas de wolframio del territorio español. Para disimular el asunto se crearon empresas mixtas, aunque en realidad, eran totalmente alemanas, a las que se concedió la explotación de las minas, entre ellas, la de Valborraz, en el término de Santa María de Casaio, al este de Carballeda de Valdeorras, en los limites de León y Zamora, famosa ahora por encontrarse en su enclave, la mayores canteras de pizarra a nivel mundial, principal recurso y base fundamental de su riqueza. Pero en el pasado tuvieron cierta importancia las minas de wolframio, llamadas también minas de los nazis o minas de los alemanes, en clara alusión a lo que indicábamos al principio.
El Wolframio, es un mineral que utilizado en ciertas aleaciones, las dota de una gran resistencia. Esta propiedad fue utilizada por los alemanes para desarrollar material bélico como blindajes mas efectivos para sus carros de combate y cañones que resistiesen mayor explosión y que conseguían que los proyectiles llegaran mas lejos.
Anteriormente a la explotación por parte de los alemanes (entre 1937 y 1945), estas minas fueron regentadas por una compañía belga, hasta el año 1928 y la producción se reactivó en los años 50 por la guerra de Corea. Empresas privadas siguieron su explotación hasta 1963, en que fueron abandonadas.
En ellas llegaron a trabajar mil personas y entre 1942 y 1944, redimieron allí sus penas trabajando 463 presos republicanos de toda España. Cobraban ocho pesetas al día, aunque la comida les costaba dos. En el coto de Valborraz se movían en libertad pero, tras una fuga, la experiencia fue cortada en seco por las autoridades.
Había también gente que iba por libre, que buscaba por su cuenta en calicatas y cobraba diez duros por cada kilo de mineral que vendía a la sociedad Montes de Galicia, integrada en el consorcio Sofindus, participado en un 60% por alemanes. En sus inmediaciones se instalaron dos distribuidores gallegos, Leoncio Fernández y Cachafeiro. Estos exportadores pagaban el doble a los mineros por la misma cantidad, pero sacar el wolframio de España, para los estraperlistas, era casi imposible.
Se cree que en realidad estos hombres trabajaban para los ingleses y que el dinero provenía de los servicios secretos británicos y como para ellos lo importante no era enviarlo a EE.UU. o Inglaterra, sino evitar que llegase a manos nazis el mayor volumen posible de wolframio, lograban transportarlo hasta el puerto de Vigo pero si de allí no pasaban, tenían orden de tirarlo al mar. La ría es uno de los mayores yacimientos de wolframio que existen.



4 comentarios:

  1. Desconocía esta historia, todos los días se aprenden cosas nuevas. Vaya tela, ocho pesetas al día, pero la comida les costaba dos; bueno pero si por lo menos se quedaban hartos. Lo malo y seguramente es que la comida sería escasa y mala.

    Salud Trecce.

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  2. Curiosa anécdota la del del wolframio existente en en la de ría de Vigo.


    Respecto a este mineral quieron añadir que el wolframio fue descubierto por unos de los miembros de los ULUSTRADOS VASCOS, llamados "Caballeritos de Azcoitia", el químico Fausto Elhuyar. Y que los tales Ilustrados crearon la primera Escuela de Minas existente en España. Todo esto hacia los años 1700.

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    1. Siempre fueron unos adelantados en estos temas dentro de nuestro país.

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