lunes, 25 de junio de 2018

PERDIDA

La pareja situada en el centro del relato, –el antiguo escritor nacido en Missouri Nick Dunne (Ben Affleck) y su esposa, escritora de éxito con un personaje de ficción que le ha proporcionado muchos seguidores, Amy (Rosamund Pike), que ahora tratan de llegar a fin de mes en un Medio Oeste que se halla en mitad de una recesión–, presenta todo el sinuoso contorno externo de la perfecta felicidad matrimonial contemporánea. Pero con ocasión de su quinto aniversario de boda, Amy desaparece y ese contorno se resquebraja formando un laberinto de fisuras. Nick se convierte en el principal sospechoso, envuelto en una niebla de comportamiento equívoco. Amy se transforma en el cacareado objeto de un frenesí mediático, mientras que su búsqueda (esté viva o muerta) se desarrolla ante los ojos de un mundo sediento de revelaciones.
Al igual que Nick y Amy personificaban el paradigma de la pareja romántica, la desaparición de Amy presenta todos los indicios de un emblemático crimen doméstico norteamericano. Pero la desaparición de ella se convierte en una especie de laberinto de espejos en el que unos secretos tentadores y salvajes conducen a otros secretos no menos salvajes y tentadores.
Amy Dunne se ha ido. Pero al mismo tiempo que se esfuma, se transforma en una sensación mediática omnipresente, en el arquetipo de todas las cosas bellas y frágiles que se pierden en el mundo con excesiva facilidad. Así es como la conocen en ese momento de un extremo a otro de Estados Unidos. Pero ésa no es su única identidad.
Y mientras, Nick es etiquetado como el proverbial sospechoso número 1.


Versión cinematográfica del libro Gone Girl, de Gillian Flynn que se convirtió en todo un éxito editorial. El autor de la novela, lo es también del guión de la película.


David Fincher demuestra su perfecto dominio de la técnica cinematográfica en un film técnicamente de gran nivel, con un guión que prácticamente no se desvía de la novela en que se basa, algo que se demuestra que ha sido un acierto dada la gran aceptación que ha tenido la película, como en su día la tuvo el libro.
Quizá lo que se diluye un poco en el film es la cuestión de género y el análisis de las relaciones contemporáneas entre hombre y mujer, pues aunque se hace referencia a ello, parece como si se hiciera un poco de pasada.
Los medios de comunicación no se libran de la crítica en la parte de culpa que tienen cuando se producen estos acontecimientos mediáticos en los que todo el mundo opina y se vierten juicios, en ocasiones alegremente, sin tener en cuenta el daño que se puede causar a las personas.


La película se ve con mucho agrado y, a pesar de las dos horas y media que dura, se hace entretenida porque siempre está ocurriendo algo.
Un ejercicio entretenido, sobre todo para quien quiera verla más de una vez, es encontrar las varias incongruencias que se esconden bajo la apariencia de perfección de la película que quedan un tanto ocultas precisamente por lo bien hecha que está, por las buenas interpretaciones y por ese ritmo constante que no deja espacio para otras reflexiones que obligan al espectador a estar atento a la narración.
Una buena historia de suspense, que entretiene, a pesar de esas incongruencias que he dicho que tiene, que son como pequeñas trampas que el guión utiliza de manera interesada cuando le conviene.




2 comentarios:

  1. A mi me gustó, y en particular me gusta como trabaja Ben Affleck, he visto varias películas de él, y me parece muy buen actor.

    Salud Trecce.

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