Cuando los enanos consiguen por fin recuperar su reino de la Montaña Solitaria al dragón Smaug, la Compañía desató sin querer una fuerza malvada en el mundo. Furioso, Smaug descarga llamaradas de ira sobre los habitantes indefensos de Ciudad del Lago, a la que ataca sin piedad, asolando a su paso todo lo que encuentra con las llamas que salen de su interior.
Thorin (Richard Armitage), consumido por la obsesión de reclamar su tesoro, sacrifica la amistad y el honor, dejándose llevar por la codicia, mientras los frenéticos intentos de Bilbo (Martin Freeman) por hacerle entrar en razón llevan al hobbit a tomar una decisión arriesgada y peligrosa; pero las amenazas que les esperan son aún mayores. Sauron, el mayor adversario de todos, ha enviado legiones de orcos a un ataque masivo en la Montaña Solitaria sin que nadie se entere, salvo el mago Gandalf (Ian McKellen), que finalmente es rescatado tras haber caído en poder del Nigromante que, conforme descubren, no es otro sino el propio Sauron.
A medida que el mal se cierne sobre su mundo, las razas de los Enanos, los Elfos y los Hombres tienen que decidir si aúnan sus fuerzas o se abandonan a la destrucción. De repente, Bilbo tiene que luchar por su vida y la de sus amigos en la épica Batalla de los cinco ejércitos, mientras el futuro de la Tierra Media pende de un hilo.
Final de las aventuras de Bilbo Bolsón, Thorin Escudo de Roble y la Compañía de los Enanos, basada en la novela de J.R.R. Tolkien.
Definitivamente, en esta tercera y última entrega de El Hobbit, se opta por el entretenimiento puro y duro y la narración se va alejando del espíritu de la novela de Tolkien.
Y es que el libro, no da para tanto, una trilogía es excesiva para lo que se cuenta en la obra literaria. De hecho, esta batalla, que Tolkien despacha con cinco o seis páginas en su libro, podría haber sido, perfectamente, el colofón de la película anterior.
Desde el momento en que se deciden por alargar la serie hasta tres, se impone la necesidad de rellenar este último film y eso se hace a base de alargar peleas hasta extremos imposibles, de añadir personajes con historias paralelas bastante insustanciales y de alargar escenas que hacen que la película resulte excesivamente larga e incluso aburrida por momentos.
A quienes gusten de estos films tipo videojuego, les encantará y a quienes no, pues eso, que les resultará larga, a no ser que te lo tomes con humor y te de por reírte de escenas de esas en las que las peleas se alargan tanto que te dan ganas de gritar: ¡Mataros de una vez!
Hostias que gracia me hace lo de los Enanos, joder que malababa les queda,jajaja.
ResponderEliminarSalud Trecce
Sí, están retratados como seres muy peculiares y se acaban haciendo simpáticos por su forma de ser y lo poco que casan con los modales habituales.
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