martes, 19 de diciembre de 2017

ÓRDENES SAGRADAS

Un periodista, Jimmy Minor, es brutalmente agredido, asesinado y arrojado a un canal. Phoebe era amiga del hombre muerto. Quirke ha comenzado a tener alucinaciones y experimentar sentimientos extraños: 'Necesito que me examinen la cabeza', dice. El caso gira en torno a un sacerdote carismático y una pandilla de tinkers o Irish travellers (Nómadas irlandeses, lo que aquí llamaríamos mercheros, que no son gitanos pero comparten un modo de vida similar) maravillosamente descritos. Al final de la novela, la justicia, ya que el sistema se la niega a quienes la esperan, será impartida de un modo particular.
Realmente las tramas no son precisamente el fuerte de las novelas de Benjamin Black (seudónimo de John Banville), en este caso es predecible y un tanto inverosímil y Quirke llega a la resolución del caso casi por accidente y gracias a una intuición que el autor se saca de la manga.
Como otras novelas de este personaje, no es una historia de crímenes en el sentido tradicional, el lector deberá buscar en otra parte el desafío de un rompecabezas complejo o el placer de una narrativa que le mantenga leyendo hasta altas horas de la madrugada. En su lugar, Black es un maestro de la prosa, el escenario y el carácter un tanto fatal, para su entorno, pero principalmente para él mismo, de Quirke. En todo esto, no hay decepción alguna, todo lo contrario.



4 comentarios:

  1. Nunca había leído nada de BLACK y en la novela que ahora estoy leyendo, PECADO, me deja maravillado lo buen escritor que es. Como bien dices, es un maestro de la prosa y de la narrativa. Me encantan sus diálogos e introspecciones personales.

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    1. Tenemos opiniones coincidentes al respecto de este magnífico autor.

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  2. Otra obra admirable por la manera tan maravillosa de contarlo. Si es que no se puede cambiar ni una palabra

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