jueves, 19 de octubre de 2017

YO FUI EL DOBLE DE MONTGOMERY

Desde que estableció sus primeros contactos con los Aliados occidentales, Stalin reclamó que abrieran un Segundo Frente que aliviara la presión del ejército alemán sobre la Unión Soviética. A inicios de 1944, tras más de tres años de cruenta espera, Churchill y Roosevelt pudieron atender su petición. Pero ¿cómo ocultar a Hitler el lugar donde sería el desembarco? Documentos recientemente desclasificados del MI5 han sacado a la luz nuevos elementos de aquella aventura.
El mando de la Operación Overlord –el desembarco en Normandía– tenía como una de sus misiones ocultar a Hitler el punto donde tendría lugar la invasión de Europa. Los recursos incluyeron desde falsos planes de desembarco al desplazamiento del general Patton a Gran Bretaña al mando de una división que nunca existió.
Dentro de estas operaciones de despiste, El Servicio de Inteligencia Británico idea una estratagema para hacer creer a los alemanes que el desembarco aliado se producirá desde el Norte de África, cuando, en realidad, el ataque tendrá lugar en el Canal de la Mancha. Así las cosas, el Mayor Harvey (John Mills) asiste a una representación teatral y descubre a Clifton James (M.E. Clifton James), un actor que imita al general Montgomery. Pocos días después, lo reclutan para actuar como doble de Monty en el Mediterráneo y hacer creer a los alemanes que el ataque se producirá desde allí.


El guión se basa en un libro del mismo título que la película, publicado en 1954 y en el que Meyrick Clifton James cuenta sus experiencias como doble del famoso general británico.
Clifton James que, en la película, se interpreta a sí mismo, era un actor australiano que había perdido un dedo en combate durante la Primera Guerra Mundial. En la Segunda Guerra, forma parte del ejército británico, destinado en la Pagaduría Militar, y esporádicamente se dedicaba a entretener a las tropas. El contacto con él lo estableció el también actor David Niven, que era coronel y estaba asignado al estado mayor de Montgomery, algo que en la película se cuenta de otra manera, ya que aquí es un oficial de inteligencia quien le recluta.
El 26 de mayo, James, que había sido retocado convenientemente para que se pareciera a Monty, aterrizó en Gibraltar, donde le esperaba el teniente general y gobernador de la Roca Sir Ralph «Rusty» Eastwood (Michael Hordern), que estaba al corriente de la operación. Para consumar el engaño, el secretario colonial invitó a una reunión a un funcionario español llamado Molina que fingía ser pro-británico, pero del que se sospechaba que trabajaba para el III Reich. Justo en el momento en que Molina y el secretario colonial atravesaban un patio, Eastwood acompañó al falso Montgomery hasta su automóvil. El secretario colonial comentó a Molina que Montgomery se encontraba de camino hacia Argel. Molina se desplazó inmediatamente a La Línea de la Concepción para telefonear y poner a los alemanes al corriente. En el film, este episodio se cuenta de manera algo diferente, aunque parecida en lo esencial.
A la muerte de este hombre, en 1963, el propio Montgomery comentó en sus funerales: «Engañó a los alemanes en un tiempo crítico de la guerra».


La primera parte del film tiene cierto aire de comedia, con un humor sencillo, para dejar paso a unas secuencias, ya con Clifton James suplantando a Montgomery, en las que se aprecia una especie de suspense de bajo nivel. 
Tras la llegada de Monty al Norte de África, da una conferencia a altos mandos aliados y se suceden de manera rápida escenas a modo de documental sobre los desplazamientos del general visitando a los tropas allí estacionadas, para acabar estropeando la película con un intento de secuestro, totalmente inventado, aclaro, en el que un comando alemán captura a Montgomery, para dar paso a unas secuencias torpes e increíbles en las que un par de oficiales aliados, se bastan y sobran para acabar con el comando alemán al completo y rescatar al doble del general sin un solo rasguño.
Es cierto que sin este añadido, la película hubiera quedado algo corta de metraje, pero ¡caramba!, se lo podían haber currado un poco más. Creo que esta aventura del final sobra.
El mayor valor del film es su aspecto testimonial, proporcionando información de forma entretenida sobre los ingeniosos métodos utilizados por los británicos en la guerra contra el nazismo.




No hay comentarios:

Publicar un comentario