Manolito García Moreno (David Sánchez del Rey) vive en el madrileño barrio de Carabanchel Alto en un pequeño piso junto a su madre, Catalina ("Cata") (Adriana Ozores); su padre, Manolo (Roberto Álvarez), que siempre está de viaje haciendo portes para pagar las letras del camión; el abuelo Nicolás (Antonio Gamero), que se vino hace dos años del pueblo a vivir con ellos, está mal de la próstata, a Manolito le parece un tipo que mola y desde que el vino, duermen los dos juntos en la terraza del piso que la cerraron con aluminio visto; y su hermano pequeño, al que apoda "El imbécil" (Alejandro y David Martínez), un mote cariñoso que le puso desde que vino al mundo para molestar.
Manolito es conocido en el barrio por su apodo de "Gafotas" y junto a sus amigos, El orejones López (Sergio López del Pino); Susana "bragas sucias" (Laura Calabuig) y Yihad (Álvaro Miranda), el chulito de su barrio, corre sus pequeñas aventuras al tiempo que juega con ellos en el descampado del barrio o junto a la cárcel de Carabanchel, donde tiene que dormir el hermano de Yihad, por haber robado el bolso a una vieja a la que tiró al suelo.
El verano se presenta complicado para Manolito, las mates se le han atravesado y las ha suspendido, aunque toda la familia se confabula para que su padre no se entere del pequeño drama.
El guión se basa en las andanzas del famoso personaje de cuentos creado por Elvira Lindo, uno de los personajes más famosos del mundo mundial, que marcó a toda una generación de pequeños lectores y que ha encontrado un hueco definitivo en la posteridad.
No es la mejor película del mundo, ni siquiera podemos agarrarnos a aquello tan socorrido de que está técnicamente muy bien hecha, ni mucho menos, pero Manolito Gafotas tiene algo especial, ese no se qué que hace a una película entretenida, que atrapa al espectador, que se ve con gusto, que te hace reír o llorar (en este caso puede que ambas cosas) y que cuando surge la oportunidad de volver a verla, no le hace uno ascos.
Es evidente que el personaje está muy bien conseguido, pero sobre todo lo está el entorno y es que Elvira Lindo, que participa en el guión y Miguel Albaladejo, han sabido trasladar muy bien a la pantalla el universo de esta familia de Carabanchel Alto que es un prototipo de tantas y tantas que podrían firmar la misma historia, un relato que muchos conocemos, si no en primera persona, porque nos recuerda a algún vecino muy cercano. Calles, lugares, circunstancias que nos resultan cercanas a quienes formamos parte de esa legión de la clase media baja, que jugó en la calle, que vivía en casas pequeñas, sin ascensor y en la que los vecinos se conocían y convivían sabiendo conjugar las trifulcas con la solidaridad, llegando como podían a fin de mes, sin carencias, pero sin que sobrase nada, manteniendo sus aspiraciones de futuro, pero sabiendo, en el fondo no aceptado de su pensamiento, que lo más probable era que sus hijos tampoco ascendieran en la escala social.
Todos los personajes están bien interpretados, aunque quizá Adriana Ozores sea la que destaque en la construcción de su papel de madre sufrida, trabajadora infatigable e histérica perdida. Pero permítanme que yo me quede con Antonio Gamero, el entrañable abuelo de Manolito que nos trae una actuación en línea con otros trabajos de grandes secundarios del cine español, de los que tenemos tantos y tan buenos.
Como anécdota, señalar que Elvira Lindo tiene un pequeño papel, como la cabo de la Guardia Civil Cardona. Junto a su compañera de patrulla, tienen una escena en la que llevan a Manolito a la playa y este ve por primera vez el mar, expresando su admiración. Cardona le dice a su compañera, mira Benítez (Geli Albaladejo):
Nuestras vidas son los ríos
que van a dar en la mar,
que es el morir;
allí van los señoríos
derechos a se acabar
y consumir...Un fragmento de las Coplas por la muerte de su padre de Jorge Manrique, algo que puesto en boca de una guardia civil, no deja de tener su punto surrealista.
Otra que me gustó bastante,y creo que no hay que tirar tanto de esas estrellas tan famosas del cine americano. Aquí también tenemos, grandes actores y actrices, y por supuesto buenos guionistas y directores.
ResponderEliminarSalud Trecce.
Los hay, Rafa, los hay.
EliminarManolito Gafotas es una de las pocas películas que no destroza al personaje literario. La película conserva perfectamente el ambiente y hasta el comportamiento simpático de Manolito en la obra literaria. Fue un acierto que interviniera en el guión la escritora Elvira Lindo.
ResponderEliminarTambién pienso que supieron mantener muy bien la esencia del personaje.
EliminarCon la escena donde se confunde de camión y provoca un accidente, me partí la caja.
ResponderEliminarLo cierto es que tiene muchas escenas que provocan la risa y todo a base de contar la vida misma.
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