Pascual Duarte (José Luis Gómez), vive en un pueblo de Extremadura en la casa familiar, junto a su padre, Esteban Duarte (Héctor Alterio), su madre y su hermana Rosario (Diana Pérez de Guzmán). El padre, un hombre dado a la bebida, maltrata a su esposa y a su hijo, mientras Pacual, que acude a la escuela donde el cura del pueblo le enseña a leer junto a otros niños, escapa siempre que tiene ocasión para vagar por los campos de los alrededores en compañía de otros arrapiezos.
Rosario se marcha a la ciudad junto a Paco López "El Estirao" (Joaquín Hinojosa), una especie de proxeneta al que Pascual odia y con el que tiene algún enfrentamiento que acabará en tragedia como tantas otras cosas en la vida del protagonista, que le llevarán más de una vez a cumplir penas de cárcel.
Siempre regresa al pueblo y a casa, con su madre, con la que mantiene una relación tirante, como de violencia contenida, manteniendo una actitud reservada, silenciosa y enigmática.
Pascual se casa con Lola (Maribel Ferrero), tras haberla dejado embarazada, se van a Trujillo de luna de miel y allí viven unos días de relativa felicidad, que aprovechan para visitar a Rosario.
Al regreso, Lola pierde al niño que espera y Pascual, resentido con la mula a la que culpa de la tragedia de su esposa, mata a navajazos al animal.
Adaptación de la novela "La familia de Pascual Duarte", de Camilo José Cela, tenida por una de las mejores obras del autor y de la literatura española contemporánea. El guión, firmado por Ricardo Franco, Emilio Martínez Lázaro y Elías Querejeta, opta por despojar del protagonismo que en el mismo tiene la familia del personaje principal, para centrarse en éste. De hecho, personajes como el hermano de Pascual, ni siquiera aparecen en el film, la influencia negativa de la madre no es explicada, y se trata de pasada sus estancias en la cárcel, mientras otras situaciones claves en la novela de Cela, quedan en manos de que el espectador sepa interpretarlas o deducirlas tras algunas somera referencias.
El resultado es un film que se aparta de la literalidad del relato primigenio, construyendo una historia propia, aunque no siempre consigue transmitir lo que pretende. Ricardo Franco, su realizador, nos ofrece unas cuantas escenas planificadas como fotogramas estáticos, de cierta belleza plástica pero que al repetirse una y otra vez, en nada ayudan a la fluidez del relato que, por contra se vuelve lento, incluso pesado, por momentos.
El origen del particular carácter del protagonista, pienso que queda mal explicado y las metáforas y símbolos con que lo intenta explicar, creo que son difíciles de entender.
El resultado es un film plagado de silencios en el que las imágenes toman protagonismo, contraponiendo los amplios y luminosos paisajes extremeños con la opresión de la cárcel y de la oscura casa familiar. Hay una imagen recurrente que resume este lenguaje de imágenes: Pascual saliendo al exterior de la casa, plantando una silla en el suelo y sentándose en ella de espaldas a la fachada, parece que allí alcanza sus momentos de paz.
El Festival de Cannes premió a José Luis Gómez como mejor actor.
Pue el tal jose luis gomez....mato de un tiro al perro y a cuchilladas a una mula!!!
ResponderEliminarSí, y a él le partieron el cuello al darle garrote al final de la peli.
Eliminar