Jim (Peter O'Toole) siempre ha soñado con ser marino, hasta que consigue ser admitido para cursar estudios que le permitan ser oficial de la marina mercante, tan importante para Inglaterra que entonces recorría con sus buques todos los mares del mundo. Jim es apreciado por sus superiores y considerado como uno de los suyos y cuando consigue su título de oficial, es tenido por uno de esos hombres que cualquiera querría tener en su tripulación.
La primera prueba de su carrera es dolorosa: se rompe una pierna cuando bajaba una escalera y tiene que ser desembarcado para cuidarle adecuadamente en un hospital. Mientras los demás enfermos están felices de poder estar en tierra firme durante un tiempo, Jim añora el mar y sueña con poder regresar a los grandes espacios abiertos, así que en cuanto puede valerse sin ayuda de un bastón, se alista en el primer barco disponible, el S.S. Patna, un mercante que se dirige al mar Rojo con un cargamento de musulmanes que peregrinan a La Meca.
Durante la travesía y en medio de una tormenta, descubren una vía de agua en la nave y cunde el pánico entre la tripulación, algunos de cuyos miembros dan por hecho que el barco se va a hundir y arrían un bote poniéndose a salvo y dejando a los pasajeros abandonados a su suerte.
Inesperadamente, el Patna es rescatado y llevado a puerto, trascendiendo a la opinión pública el vergonzoso comportamiento del capitán y los tripulantes. Aunque algunos de ellos optan por desaparecer de escena, Jim, abrumado por la vergüenza, airea su actuación y es juzgado por un tribunal profesional que le priva de su documentación para ejercer como oficial de marina.
El guión, del propio Richard Brooks (como en todos sus films), se basa en la novela del mismo nombre de Joseph Conrad y, en general, se atiene al relato original.
Siempre resulta complicado adaptar una novela al cine y esta de Conrad no es precisamente de las más sencillas para hacerlo, dada la estructura del relato, sin embargo, Brooks sabe salir del paso bastante bien, haciéndonos llegar el espíritu de la novela, con la mancha que pesa sobre el pasado del protagonista y que marcará el resto de su vida y las reflexiones sobre la siempre difícil búsqueda de la verdad que centran la novela de Conrad.
Muy bien ambientada, con un elenco de actores que desempeña su trabajo con brillantez, Brooks sabe sabe sacar partido de los pasajes que convierten el film en una película de aventuras, para aligerar con ellos lo que podríamos llamar la parte más reflexiva, consiguiendo que una obra de dos horas y media no se haga pesada al espectador y trasladando bastante bien el mensaje de fondo que podemos encontrar en la novela, libro que, por otra parte, me atrevo a recomendar.
Muy buena película que recuerda a Apocalipsis Now (sería mejor decirlo al revés), con dos finales y un rodaje tan de locos como el de la cinta de Coppola
ResponderEliminarEs cierto, ambas recogen bastante bien el espíritu del relato de Conrad en el que se basan.
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