Castelar (José Luis Ozores), El Tío del Gabán (José Isbert) y El Pelirrojo (Antonio Garisa), son tres ladrones de poca monta, tres tomadores del dos, como se dice en el argot, que se dedican a pequeños hurtos en El Rastro madrileño. Su antiguo compinche, Daniel "El Melancólico" (Carlos Miguel Solá), que se había ausentado de la capital, ha regresado y les convoca para que le ayuden a dar un golpe en una joyería. Se trata de provocar confusión en el establecimiento para poder llevarse una joya que El Melancólico dejará caer en el caldero de serrín que tendrá preparado El Pelirrojo, que a su vez se hace pasar por empleado de la empresa que limpia los cristales del establecimiento.
El caso es que todo sale mal, porque los cacos se quedan encandilados cuando descubren que uno de los clientes de la joyería, un tal D. Felipe Arévalo (Rafael Bardem), ha venido a retirar una pulsera de tres millones de pesetas, con lo que deciden cambiar todos los planes, olvidarse de la joyería y tratar de robar la pulsera en el domicilio de los Arévalo.
Todo se complica, cuando Daniel conoce a Herminia (Encarnita Fuentes), la sobrina de D. Felipe, y se enamora de ella.
La película pierde un tanto el tono humorístico de la obra teatral de Enrique Jardiel Poncela en la que se basa el guión. Creo que se debe a que, respetando las líneas maestras de la obra de teatro, modifica los detalles que, en ocasiones, son muy importantes y al tratar de teñirlos de un tinte serio, desvirtúa de manera sensible la fuerza cómica de las situaciones. Tal vez sea eso lo que nos produce cierta sensación de atonía, pues se queda en un terreno de nadie, ni es una obra seria (en el sentido de no cómica), ni del todo humorística, todo ello a pesar del gran cartel de actores cómicos que intervienen y que hacen lo que pueden, tablas les sobran.
Bien fotografiada, con algunas tomas exteriores en la madrileña plaza del Eloy Gonzalo y en algunas otras zonas de la capital, que están bien planificadas.
Mi opinión es que, en líneas generales, la película falla, pues su finalidad esencial que es divertir a través del humor, se ve que no acaba de provocar la risa del espectador, salvo en lo poco que conserva tal cual lo escribió Jardiel.
Entretenida, pero muy de acuerdo con lo que dices. A pesar de magnifico elenco de actores cómicos, tampoco la risa es para carcajearse. Por cierto eso pensarán los políticos ladrones, que son gente honrada.
ResponderEliminarUn abrazo Trecce.
Sí, pero algunos ciudadanos, pensamos lo contrario.
EliminarTodas estas son buenísimas, mi favorita Atraco a las Tres, todo un clásico.
ResponderEliminarBastante más divertida que esta.
Eliminar