lunes, 13 de abril de 2015

EVA AL DESNUDO

Margo Channing (Bette Davis) es una de las más grandes estrellas en Broadway, pero a pesar de su éxito está cada día más atormentada por el paso del tiempo. Acaba de cumplir cuarenta años y ha dejado atrás una juventud a la que se aferra.
Eva Harrington (Anne Baxter) una joven bella, humilde y que siente una enfermiza idolatría por Margo ha estado acudiendo al teatro todos los días para verla actuar. Un día, al acabar una de las representaciones de Margo, Karen Lloyd (Celeste Holm), esposa del escritor de la obra, se encuentra en la entrada trasera del teatro con Eva y la invita a conocer a Margo en su camerino. Tras contarle a Margo su triste pasado y lo mucho que la admira a ella y a su trabajo, Margo le coge cariño, se compadece de ella y termina acogiéndola en su casa, contratándola como secretaria. Sin embargo, no se percata de que esta nueva compañía es una amenaza para su carrera y poco a poco la joven comienza a reemplazarla, tanto en el trabajo como en su vida privada. La única que sospecha de Eva es la sirvienta de Margo, Birdie (Thelma Ritter).
La situación se va haciendo cada vez más tensa, hasta que un día en el que van a hacer una prueba a la señorita Casswell (Marilyn Monroe), una aspirante a actriz protegida del crítico teatral Addsison DeWitt (George Sanders), Margo, que ha de darle la réplica, llega con dos horas de retraso al teatro y se entera de que la prueba terminó hace rato, habiendo sido sustituída ella por Eva, de la que todos se deshacen en alabanzas.
A partir de ese momento, como dice Bette Davis en una de las frases memorables del film: "Abróchense los cinturones de que esta noche habrá tormenta ".


La película esta basada en el relato "The Wisdom of Eve" ("La Sabiduría de Eva"), publicado en la revista "Cosmopolitan", en el que en apenas tres páginas, su autora, Mary Orr, contaba la experiencia de una conocida suya llamada Elisabeth Bergner que había vivido una situación similar a la narrada en el film.
Años después del estreno en Estados Unidos, se hizo un musical en Broadway, "Aplausos", protagonizado por Lauren Bacall, a modo de adaptación del film. Varios años después se realizó una película para televisión con el mismo nombre, lo curioso de todo esto es que la actriz que interpretaba a Margo Channing abandonó, y su sustituta fue Anne Baxter, quien había interpretado a Eva en la primera cinta.



La película estuvo nominada en 14 apartados a los premios de la Academia de Hollywood de aquel año, un récord nunca igualado hasta la llegada de "Titanic"
Uno de mis personajes favoritos del mundo del cine, la diseñadora de vestuario Edith Head, se llevó uno de ellos, uno de los ocho que consiguió en su carrera y que la convierten en la persona que más galardones de este tipo ha conseguido.
Anne Baxter consiguió que su intervención fuera considerada en el apartado de actriz protagonista y compitió con Bette Davis, seguramente los votos que consiguió la primera hubieran ido a parar a Davis y le hubieran dado el premio, al final, ni una ni otra se llevaron el galardón, algo que sí consiguió George Sanders con su monumental intervención.


Estamos hablando de una película que es un mito en la historia del cine, Joseph L. Mankiewicz, sobre una historia que en apariencia gira alrededor del mundo del teatro y sus entresijos, construye un reflexión sobre la vida misma dotando a todos los personajes de una humanidad que nos resulta tan cercana que los hace completamente creíbles y a la película la convierte en un producto que, pese a sus dos horas largas de duración, te queda atrapado desde el principio hasta los títulos de crédito finales.


El film se apoya en un magnífico guión y en un trabajo interpretativo de gran nivel. Con unos diálogos fantásticos y con unos actores que dan todo lo que uno puede exigir de un intérprete, con un George Sanders que se sale y la magnífica labor de las tres intérpretes principales, acompañadas de una grandiosa Thelma Ritter, como siempre, brillante. Hasta en su fugaz aparición, una casi novata Marilyn Monroe, cumple, haciendo el papel que siempre hizo, incluso en su vida real.


Lástima de final (esto es por ponerle algún pero, que conste) que se me antoja redundante y un poco decepcionante para el espectador inteligente, como si Mankiewicz pasara el rotulador de subrayar para hacernos más patente un mensaje que ya ha quedado de sobra claro a lo largo de esta excelente película.
Para ver y disfrutar este film que pone uno de sus acentos en el paso del tiempo, algo que a la cinta no le ha afectado en absoluto, pues se ve con el mismo placer de siempre.




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