Danny Pearl (Dan Futterman) es periodista del Wall Street Journal, él y su esposa Mariane (Angelina Jolie), también periodista, han estado cubriendo las operaciones que los EE.UU. emprendieron contra los Talibán tras los atentados del 11-S.
Como muchos otros periodistas occidentales, tienen pensado regresar a su hogar, pero Danny ha concertado una entrevista con un clérigo fundamentalista en Karachi, será su último trabajo antes del viaje de regreso.
Aunque Danny ha prometido a Mariane regresar para la cena, la noche cae y el periodista no regresa al apartamento donde se alojan, ni su teléfono da señales de vida, así que Mariane se decide a ponerlo en conocimiento de la embajada norteamericana, de la policía pakistaní y del periódico para el que Danny trabaja.
En cuanto los especialistas se hacen cargo del asunto, y conocen los antecedentes del asunto, barajan como primera opción la del secuestro, así que despliegan todos los medios a su alcance, detenciones de sospechosos incluidas, para tratar de encontrar a Danny con vida. El tiempo será su mayor enemigo y más cuando se enteran de que el periodista es de origen judío.
El guión se basa en la novela que la propia Mariane Pearl escribió sobre el calvario que tuvo que vivir en aquellos días del secuestro de su marido.
Se habló en principio de que el papel protagonista femenino iba a ser para Jennifer Aniston, pero si vemos los títulos de crédito, observamos que uno de los productores es Brad Pitt, así que el papel fue para su mujer, así todo quedaba en familia, si alguien quiere sacar consecuencias, es muy dueño.
A pesar de tratar sobre el secuestro del Danny Pearl, la película se centra en las vivencias de su esposa, en la peripecia en la que se ve sumergida esta mujer, en avanzado estado de gestación y del que Angelina Jolie logra sacar partido, para algunos es su mejor interpretación hasta aquel momento, algo que, seamos sinceros, tampoco quiere decir mucho. Hay que apuntar a su favor que no trata de hacer una imitación del personaje real, sino que ella crea su propio personaje dotándole de vida y entregándose al mismo en cuerpo y alma.
El film adopta un lenguaje que se acerca al documental, ahorrándonos los discursos pseudomorales sobre culpables y malos e inocentes y buenos, centrándose en el relato de los hechos, con lo que, a mi modo de ver, consigue darle mayor credibilidad.
Película interesante, con un buen ritmo narrativo que, por momentos, consigue atraparnos y que logra no hacerse aburrida a pesar de que evita el tratamiento melodramático al que tan dadas son este tipo de historias, que seguramente le habría dado más fuerza, pero le habría apartado del camino de la verosimilitud.
El ser judío moviéndose por esos países es un riesgo añadido. Parece interesante. Haré por verla. Qué diferentes las películas en las que se meten Jolie y Aniston.
ResponderEliminarDe hecho hay un diálogo en el film en el que un clérigo musulmán culpa a los judíos de los atentados del 11-S.
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