Tras haber pacificado Dodge City, Wyatt Earp (Kurt Russell), se traslada a Tombstone, donde pretende vivir como un ciudadano normal, alejado de los problemas de su antigua condición de sheriff y dedicado a los negocios, su sueño es hacer dinero.
En Tombstone se reune con sus hermanos, Virgil (Sam Elliott) y Morgan (Bill Paxton) y se encuentra con su amigo y antiguo socio Doc Holliday (Val Kilmer). Al poco de llegar se hace con una participación en el negocio de una de las casas de juego locales, parece que todo va viento en popa, si no fuera porque una banda de matones que se hacen llamar los Cowboys, les complicará la vida, cuando uno de estos tipos asesina al marshal. Virgil y Morgan conscientes de los peligros que acechan a los ciudadanos pacíficos de la ciudad, se convierten en los sucesores del del difunto marshal y acaban reclutando a Wyatt.
Su enfentamiento con los Cowboys, desembocará en el famoso duelo en el OK Corral, el tiroteo más famoso del Oeste, que a su vez llevará a una serie de venganzas entre unos y otros, primero con el asesinato por la espalda de Morgan Earp y la pérdida de un brazo por un disparo de Virgil y, más tarde, con la implacable persecución de Wyatt y Doc Holliday que pretenden acabar con los pistoleros.
Una más de las innumerables ocasiones en las que la vida de este legendario personaje ha sido recreada en la pantalla. En esta ocasión, aunque el proyecto nació con vocación de superproducción que ahondara más en la vida de cada uno de los personajes involucrados en las luchas de Tombstone, al final se centra en la familia Earp y el extenso guión, fue debidamente podado para quedar en las dos horas que tiene el film.
Aunque se toma algunas libertades, lo cierto es que tiene cierto respeto por los hechos históricos y sobre todo con alguno de los pequeños detalles que están documentados y que se pueden escapar (de hecho se escaparán) al espectador que no conozca los pormenores de la vida del mítico sheriff de Dodge City.
La película pretendió contar con el reclamo de varios actores míticos de la época dorada del western por medio de breves intervenciones de estos. Sin embargo, Glenn Ford rechazó el ofrecimiento que se le hizo, Robert Mitchum se cayó del caballo apenas comenzó el rodaje y se lesionó la espalda, quedando su participación reducida a poner la voz en off al principio y al final y el único que aportó su presencia fue Charlton Heston encarnando a un ranchero llamado Henry Hooker.
Las interpretaciones del elenco principal están bastante bien, con un magnífico Val Kilmer dando vida a Doc Holliday, un gran trabajo que hace que nos preguntemos qué ha sido de este actor y cómo se explica que tras su magnífica actuación aquí no haya despegado su carrera.
Una apuesta segura para una de esas tardes en las que uno busca entretenimiento, con un film que destila sabor a los viejos films del Oeste, con una fotografía que tiene algunos planos de gran belleza y la trepidante acción que la historia que narra nos promete.
De este género del Oeste o películas de vaqueros como muchos las llaman, que creo que está mal dicho, a mi hay muy pocas que no me gusten. Esta creo que está bastante bien.
ResponderEliminarSaludos Trecce.
Casi siempre suponen entretenimiento asegurado.
EliminarLo mejor de la película Val Kilmer, sin duda. De esa década, me quedo con la versión de Kevin Cotsner de un año después, en 1994. Me parece más seria, más presuntuosa, pero más entera.
ResponderEliminarA mí no me aporta mucho, aunque es cierto que revive muchas de las pequeñas cosas de este personaje que fueron reales, en eso está muy cuidada. Y, por supuesto, Val Kilmer, sólo por ver el trabajo que desarrolla, merece la pena verla.
EliminarMi concepto del western, mítico y lírico, es diferente a lo que muestra el amigo Pan Cosmatos en la película que reseñas.Foto espectacular y efectista, actores estatuas, música que parece remarca lo que se ve. De los nuevas aproximaciones al genero, una de las más flojillas.
ResponderEliminarPienso que tiene más de film histórico que de western.
EliminarEn cuanto al amigo Pan Cosmatos, tras despedir a Kevin Jarre, fue el propio Kurt Russell quien dirigió el film, según declaró el propio Russell, aunque en los créditos figuró Cosmatos que se limitó a que aquello funcionara y poco más.