Georges Danton (Gérard Depardieu) regresa a París tras haber pasado una temporada en el campo reflexionando sobre la deriva que está tomando la revolución.
Los miembros de Comité de Salud Pública ven su presencia como una amenaza para sus fines y algunos de ellos promueven la detención y el procesamiento de Danton, pero Maximilien Rosbespierre (Wojciech Pszoniak) se opone a proceder contra su antiguo compañero, sabe de su popularidad y que una acción contra Danton les traerá problemas.
A su vez, los revolucionarios contrarios a la acción del Comité, presionan a Danton para pasar de las palabras a los hechos, consideran que el régimen de terror creado es insostenible.
Danton y Robespierre tratan, a pesar de todo, de buscar un nexo de unión, se entrevistan para acercar pareceres, pero se dan cuenta de que todo acercamiento es imposible mientras cada cual mantenga sus convicciones.
El guión del film se basa en una conocida obra teatral de la autora polaca Stanislawa Przybyszewska, una apasionada por el personaje de Robespierre y que a través de sus múltiples adaptaciones, ha alcanzado gran éxito sobre las tablas.
Con una cuidada puesta en escena y los interiores que dominan el film fotografiados a base de contraponer planos más oscuros con otros más luminosos que subrayan el retrato de los dos bandos antagonistas, tiene un banda sonora que es quizá lo más original de la película. Compuesta por el francés Jean Prodromidès, toda ella muy vanguardista dentro de su estructura sinfónica, recrea un entorno ambiental claustrofóbico que refuerza la intensidad dramática de la acción.
La critica ha visto un paralelismo claro entre el argumento del film y la situación política de Polonia en el momento (1982), con el sindicato Solidaridad en pleno ascenso y la autoridades comunistas tratando de salvar los restos del naufragio. Andrzej Wajda, que también participó en el guión, no duda en caricaturizar un tanto los personajes de los dos protagonistas y cuando sabemos de estos antecedentes, los paralelismos se ven más que claros.
La película está planteada como un duelo de personajes e interpretaciones: Girondinos y Jacobinos se enfrentan a muerte, los socios de Danton visten como los aristócratas a quienes envían al cadalso, mientras los jacobinos se nos presentan con sus levitas raídas y la melena al viento.
Duelo también entre los dos personajes principales con notables interpretaciones de Depardieu, como el demagogo y populista Danton y del polaco Wojciech Pszoniak que da vida a un atormentado Robespierre.
Magníficas las escenas del encuentro entre ambos en el entorno general de una película que me ha parecido bastante desigual, con algunos pasajes incluso tediosos.
Extraordinaria... y vale la pena echarle un vistazo, para conocer la deriva de la revolución desde dentro y las magníficas interpretaciones de los actores.
ResponderEliminarA mí me resultó un poco desigual, hay algunas escenas, como aquellas en que aparece el pintor David (y alguna más) que me parecieron poco definidas. Pero en cuanto a las interpretaciones, estoy totalmente de acuerdo, muy buenas y la peli en general bastante bien.
Eliminarla escena de la cena y el peluquin valen toda la peli !maestria total!
ResponderEliminarEse es uno de los buenos momentos del film.
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ResponderEliminarla escena de la cena valga la involuntaria rima , es excepcional.....
Muy lograda, sí.
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