¿Queda alguién por ahí perdido que no haya disfrutado alguna vez con una adivinanza? Estas breves composiciones, más o menos complicadas, conocidas también en lenguaje vulgar como acertijos nos han deleitado en alguna ocasión a todos y no sólo a los niños.
El libro del que aquí hablo hoy, es una recopilación de muchas de estas adivinanzas, recogidas por la escritora española nacida en Suiza Cecilia Böhl de Faber y Larrea, que utilizaba el seudónimo de Fernán Caballero.
El libro, publicado en una edición que contiene también cuentos y refranes populares, no se publícó como tal hasta mucho después de su muerte. Ella falleció en 1877 y la primera edición de "Cuentos, adivinanzas y refranes populares", vio la luz en Madrid en 1921, si bien entre 1911 y 1914, había aparecido, por separado, alguno de los capítulos que compone la obra.
Esta es una de las muchas adivinanzas que contiene la edición que yo he leído y que se circunscribe a las mismas, sin cuentos y sin refranes:
Cuando calor tengo, «frío», y no «frío» sin calor.
(La sartén).
Sabías que también escribía con el seudónimo de Corina. Te dejo esta otra adivinanza:
ResponderEliminarCon mi cara encarnada y mi ojo negro,
y mi vestido verde, el campo alegro.
(La amapola).
En efecto, Paloma, era el otro seudónimo que usaba. Te veo muy puesta.
EliminarY gracias por la adivinanza.
Hace pocos días mi hijo (11 años recién cumplidos) me preguntaba si sabía alguna adivinanza para un trabajo del colegio; buscando en el "disco duro" de mi mente hallé unas cuantas de mi época de parvulario:
ResponderEliminar"En lo alto vive, en lo alto mora, en lo alto teje la tejedora" (la araña).
¿Qué animal cuando es pequeño camina a cuatro patas, durante la mayor parte de su vida camina sobre dos patas y, al final de su vida sobre tres? (la adivinanza que le propuso La Esfinge a Prometeo). Las dos últimas le encantaron.
El libro que nos propones es muy interesante.
Un saludo.
"Alto altanero, gran caballero, sombrero de grana y espuela de acero" (el gallo).
Gracias, Jano, un saludo para ti.
EliminarDesde luego que tiene que estar entretenido ya que es uno de los mejores pasatiempos que se ha inventado; el de la adivinanzas Voy a dejar yo otra: Blanquina es mi nombre y endulzo la boca al hombre. "El azúcar".
ResponderEliminarSaludos Trecce.
Muy bien, Rafa, entre todos, vamos a sacar otro libro de adivinanzas.
EliminarGenial Trecce, la de la sartén no la conocía y voy a sacarle jugo mañana mismo.
ResponderEliminarA los niños les encanta..., deberíamos hacerles pensar y resolver al menos una vez al día..., seguro que aumentaría un poquito más su autoestima.
Gracias. Un abrazote.
Me gustó la de la sartén.
EliminarUn abrazo fuerte, Transi.
No he tenido oportunidad de ver esa publicación, pero tiene que ser muy interesante y jugosa. ¿Quien no disfrutó en sus años niños compitiendo con sus compañeros lanzando adivinanzas o acertijos?
ResponderEliminarEs cierto, José Luis. Entretenimiento bien sano, por otro lado.
Eliminar¡Hola! Yo nunca he sido muy ducha en adivinanzas ni jeroglificos... pero me resulta interesante lo que cuentas de Fernan Caballero,de quien no he leído nada desde el colegio...
ResponderEliminarDe esta si que me acuerdo... "Este banco está ocupado por un padre y por un hijo, el padre se llama Juan y el hijo ya te lo he dicho"
:)
Me pareció curioso el libro y por eso lo recordé.
EliminarUn saludo, Alma.