El contexto temporal de la novela es la España de 1835-36.
Mendizábal llega como el salvador de la patria, como la cabeza visible de los liberales que quieren cambiar el país. Propone un programa de reformas muy ambicioso basado en la desamortización de bienes eclesiásticos seculares como punto fuerte. Pero sus reformas van a encontrar obstáculos, no siendo el menor que los propios liberales, conspiran en su contra.
Como en otros Episodios, Galdós mezcla con sabia maestría personajes reales y otros ficticios, pero creíbles. Así en esta ocasión, se vale de Fernando Calpena (creación del autor), para hacer desfilar ante nosotros a lo más florido de la intelectualidad y la política del momento: Juan Eugenio Hartzenbusch, Larra, Espronceda, Martínez de la Rosa, Istúriz, Argüelles, los hermanos Madrazo... A través de los ojos de Calpena, miramos la España de 1835.
La utilización del diálogo hace que la lectura tenga ritmo y nos resulte sencilla, facilitando ese efecto de naturalismo en su lenguaje
Lo que le falla a Galdós es como carga contra los personajes reales que le eran antipáticos y cómo justifica a los que le eran afines. Pero tanto lo hace que a veces uno casi se vuelve carlista y absolutista.
ResponderEliminarGaldós era liberal y progresista, todo lo que rodeaba al carlismo era para él retroceso.
ResponderEliminarSin embargo sabe distinguir entre acciones y personas y hace mucho hincapié en la tragedia y la sangría de vidas que supuso aquel enfrentamiento, calificándolo de verdadero desastre nacional.