sábado, 26 de noviembre de 2011

LA CIUDAD DESNUDA

Jean Dexter, una atractiva rubia que trabajaba como modelo, aparece muerta en su apartamento. Investigan el caso Dan Muldoon (Barry Fitzgerald) y Jimmy Halloran (Don Taylor), dos policías del departamento de homicidios.
Interrogan en primer lugar a Frank Niles (Howard Duff), un amigo de la víctima que en teoría tiene coartada, pero miente descaradamente en su testimonio.
Pronto descubrirán que los sospechosos están relacionados con una serie de robos en apartamentos.
Una película rodada con vigoroso pulso (como dirían algunos críticos reputados), en la que la ciudad de Nueva York tiene su propio papel y muchos de sus ciudadanos aparecen en las imágenes tomadas en las calles de la urbe, que es retrada con cariño y esmero.

Como el propio director, Jules Dassin, comentó, la película es un intento de combinar cine negro con la estética neorrealista que tan en boga estaba entonces en Europa. La verdad es que consigue un trabajo más que interesante.

El film es un elogio del trabajo policial, pero presentado de un modo sencillo, sin que resulte ni grotesco, ni complaciente.
Los policías, en particular y todos los personajes, en general, resultan creibles y muy cercanos, esa gente que cada día se cruza con nosotros en la calle, aquí no hay superhéroes, ni malvados retorcidos, para acercarnos a una historia que se nos narra sin dejar cabos sueltos.

La peli mezcla de una manera brillante escenas de acción e intriga, al tiempo que, cual si de un documental se tratara, nos va acercando al pulso diario de la ciudad: El metro; la entrada y salida del trabajo; la vida familiar y comunitaria en los barrios; el trabajo, como la escena en la que los polis suben a un rascacielos en construcción para hablar con uno de los obreros... Cobrando, como valor añadido, su carácter de documento vivo, plasmando cómo eran las cosas en aquella época, ya que todas estas imágenes están tomadas en exteriores.

Buen trabajo de los actores, con un magnífico Barry Fitzgerald y algunos diálogos realmente geniales a los que no les falta su buena dosis de humor.
No menos brillante es la fotografía de William H. Daniels en esta peli que obtuvo dos oscars menores.
Muy comentada y llamativa es la original presentación de la peli, sin títulos de crédito, ya que el productor va entremezclando los nombres de quienes intervienen en el film mientras su voz en off hace una especie de introducción.




2 comentarios:

  1. Hola Trece: no la he visto pero tan sólo por esta fotografía merece ya la pena.Voy a ver si puedo conseguirla,gracias.Saludos y ¡feliz domingo!

    ResponderEliminar
  2. Es original, entretenida y está bien hecha, casi seguro que te gustará.

    ResponderEliminar