Cuerpo y Alma cuenta la historia de Charlie Davies (John Garfield) un joven de clase humilde que aspira a llegar muy lejos en la carrera de boxeador. Su padre regenta una tienducha de barrio y al morir víctima de una explosión, les deja en la miseria a él y a su madre, que se opone a que boxee, porque desea que tenga estudios, pero ante la falta de recursos, Charlie decide ponerse a entrenar. Tiene talento pero se ve envuelto en una serie de combates, alguno de ellos amañado sin su conocimiento, de los que su promotor trata de sacar de él el mayor beneficio económico sin importarle las consecuencias, físicas y morales, que pueda sufrir Charlie que, por otro lado, tampoco demuestra demasiadas luces y se muestra obnubilado por el lujo del que se ve rodeado gracias a su éxito pugilístico.
A pesar de que su amigo Shorty (Joseph Pevney) le previene sobre lo que le espera de aceptar las propuestas del promotor, Charlie se va enredando cada vez más en ese mundo de aduladores y dinero fácil, hasta que llega el momento decisivo en el que deberá decidir si está dispuesto a venderse o mantener su integridad como persona.
No era la primera ocasión en la que el cine se interesaba por el mundo del boxeo, pero esta peli marca la senda que seguiran otros grandes títulos del subgénero, siendo el más llamativo Toro salvaje de Scorsese, que llega a fusilar planos enteros.
Todo lo que rodeaba al pugilismo profesional en aquellos años, se adecúa bastante bien a las premisas del cine negro: Gansterismo por un lado y complicadas situaciones sociales por otro.
La peli es muy buena técnicamente, es descollante todo el potentísmo flashback en el que nos cuenta la vida de Charlie, que acaba con una maravillosa elipsis que enlaza con las imágenes del principio, magníficamente planificadas y de gran belleza estética.
No menos logradas están las imágenes de la pelea final, muy bien realizadas para la época en la que están rodadas, algo que algunos que las llegan a tachar de penosas, olvidan, cuando son, por el contrario, todo un muestrario de búsqueda de nuevas técnicas (contrapicados, planos subjetivos, otros rodados cámara en mano...)
Robert Rossen, su director, se encontró con el guión ya elaborado por Abraham Polonsky, aunque pudo colaborar en alguno de los diálogos.
Los principales papeles están interpretados, de manera solvente por John Garfield y Lilli Palmer y el director, pone al servicio del film su conocimiento perfecto del mundo en el que se desarrolla.
Rossen había nacido en un barrio y en un ambiente iguales a los que se presentan en el film, pero no sólo eso, sino que para ir tirando, en su juventud se dedicó al boxeo y a jugar al billar, así que sabía de sobra en qué ambiente se movía, quizá ello influyera en la buena ambientación que tiene la peli.
Detrás del film está la productora Enterprise Productions, una firma mítica que rodó apenas una docena de películas y que fue el germen de lo que podría haber sido una productora independiente en el difícil mundo norteamericano copado por los grandes de la industria. Por desgracia, el Comité de Actividades Antiamericanas, la puso en su punto de mira desde el comienzo y, de hecho, muchos de los nombres que figuran en los créditos de este film, acabaron en la lista negra o, como en el caso del propio Rossen, teniendo que colaborar para salvar su carrera.
Una película que se sale del marco de las doce cuerdas para retratar la podredumbre de un mundo en el que las personas importan tanto como el dinero que producen, con un trasfondo de denuncia social con un discurso sobre la lucha de las clases más desfavorecidas por imponerse a aquellos que les manejan.
Hola Trecce lástima que este actor John Garfield muriese tan joven, ya que creo que no tenía ni cuarenta años, sino hubiese sido uno de los grandes, y aún y así sino ando muy mal encaminado creo que protagonizó bastantes películas Saludos Trecce.
ResponderEliminarEra uno de los socios de la Enterprise y murió (creo que con 39 años) de un infarto cuando iba a declarar ante el Comité de Actividades Antiamericanas.
ResponderEliminar¡Hola!
ResponderEliminarMuy buena entrada Trecce.
Besos.AlmaLeonor
Hola Trece: una buena peli que ambienta muy bien ese mundo del boxeo,que por aquel entonces estaba muy de moda pero no sólo en EEUU,también por aquí.A mi ese mundo del boxeo no me atrajo nunca,así que reconociendo que está bien hecha pues...Ese Comité de Actividades Antiamericanas se cargó a unos pocos,¡qué ridículo suena ahora! y también McCarthy...un tío que se dejó sobornar por la Pepsi Cola...aunque pensándolo bien,no estamos ahora tan lejos de esos momentos,Occupy Wall St. está siendo duramente castigado.En fin, "La América" de los catetos,que ahora se llaman Tea Party,incluso republicanos,pero por mucho té son más catetos que ...me callo.Saludos Trece!
ResponderEliminarHola Trecce.
ResponderEliminarToda una historia de un boxeador de drama y tongos que muchas veces se escapan a los ojos del publico.(al tongo me refiero)
Trata como hay una sociedad corrompida y por dinero, vamos la clásica mafia del boxeo de la época.
Una película que tubo un Oscar al mejor montaje creo si no me falla la memoria, además de tres dominaciones.
Por cierto una peli que abre visto 3 ó 4 veces, muy buena, personalmente me gusto.
Saludos cordiales Trecce.
Es una película que refleja muy bien ese mundo o submundo en que gente sin conciencia abusa de jóvenes que se ven obligados a hacer algo, aunque sea algo tan inhumano como el boxeo, para salir adelante o incluso poder comer.
ResponderEliminarUn abrazo
Robert Rossen, un director honesto, casi olvidado, como bien se dice conocedor de esos ambientes; boxeo y billares. El buscavidas, aquel inolvidable Eddie Felson (Paul Newman)que es retomado por Scorsese en El color del dinero. El mundo turbio del boxeo es un escenario de tragedia clásica: dignidad o bolsa?.
ResponderEliminarHola, Alma, muchas gracias.
ResponderEliminarClaudia, en algunos sentidos, las cosas siguen tal cual y, si de algunos dependiera, la intolerancia sería seña de identidad.
ResponderEliminarE.P.: Una peli que sirvió como referencia a algunas de las que después se hicieron con temas parecidos.
ResponderEliminarJosé Luis, mundo gansteril y desaprensivo al fin y al cabo.
ResponderEliminarMundo de los bajos fondos, Manuel, que Rossen conocía muy bien, pues se había criado en un ambiente lumpen similar al que retrata en la peli.
ResponderEliminar